La Guardia Civil de Curtis investiga la autoría de un incendio que en la madrugada de ayer calcinó el interior de una de las naves que la empresa Industrias Losán -del grupo Asepal- tiene en el municipio coruñés de Vilasantar. Según fuentes de la investigación, las llamas pudieron ser provocadas intencionadamente, puesto que desde hace un mes son continuos los conatos que se han sofocado en el exterior de esta empresa, que tiene abierto un expediente de regulación de empleo.
De hecho, este mismo sábado, los bomberos del parque de Arzúa tuvieron que trasladarse a la zona, puesto que recibieron una llamada de alerta de que salía humo de esta fábrica de transformación de tableros de madera. Por fortuna, en esta primera intervención, como en las realizadas durante los últimos fines de semana, se trató de un pequeño fuego fácilmente controlable, al que ni los agentes de la Guardia Civil ni los bomberos ven relación con el incendio de la factoría, y que estaba localizado en el exterior de las instalaciones.
Sin embargo, el que se declaró a las cuatro de la madrugada de ayer se originó en el interior, afectando prácticamente a todo el material que se encontraba dentro de la fábrica: sobre unas diez toneladas de madera que quedaron carbonizadas. Según informaron desde el parque de bomberos de Arzúa (que también recibió la ayuda de sus compañeros de Ordes), tanto la estructura de la nave como la maquinaria de transformación de la madera pudieron salvarse, ya que desde un principio el objetivo del equipo contraincendios fue controlar las llamas para que estas no se extendieran al edificio.
Según explicaron fuentes de la investigación, hay varias pistas que apuntan a que el incendio pudo ser intencionado, al igual que los anteriores conatos. Las sospechas de una autoría dolosa surgieron a medida que se iban registrando intentonas de incendio, siempre durante las noches de los fines de semana, cuando la presencia de trabajadores es menor y, por tanto, baja la posibilidad de que los incendiarios sean vistos.
El mismo sábado de noche, uno de los vigilantes de seguridad de la factoría dio aviso a la Guardia Civil de que había visto a una persona merodeando por el exterior del recinto, pero, una vez personados en el lugar, los agentes no pudieron dar con nadie.
La investigación analiza ahora los restos del incendio de la nave, de los que no descartan que puedan salir indicios que lleven a la detención de algún sospechoso en los próximos días.
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