El suceso se produjo en la estación del metro de Larrabasterra, en la localidad de Sopelana, alrededor de las cinco de la tarde del lunes. Un vigilante de seguridad recriminó a un viajero que orinara en el andén, reproche que no debió de gustar mucho al protagonista a juzgar por su reacción. Ambos se enzarzaron en una discusión, según detalla la nota de prensa emitida ayer por el Departamento de Interior. El guarda trató de identificar al autor de la infracción, pero éste se negó, momento en que se inició entre ellos un forcejeo. En la refriega, al vigilante se le cayó el bastón, que recogió el joven para golpear a su contrincante.
Finalmente, el vigilante de seguridad consiguió reducir al agresor y, a través del Puesto de Mando Centralizado de Metro Bilbao, solicitó la presencia de la Ertzaintza, tal como indica el protocolo establecido para este tipo de actuaciones. Una patrulla de la Policía se trasladó al lugar y procedió a la detención del presunto agresor, un joven de 19 años. El arrestado fue trasladado a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias y, posteriormente, ser puesto a disposición judicial, señala Interior.
«Apoyo» del suburbano
Los responsables del suburbano emitieron ayer una nota de prensa para trasladar su «apoyo incondicional» al vigilante agredido. Según Metro Bilbao, «el deplorable comportamiento de algunos clientes no debe empañar la actitud cívica de la inmensa mayoría». Desde el transporte público consideran que «la agilidad de la actuación policial confirma la eficacia» del protocolo de actuación firmado con la Ertzaintza desde el año 2007, y con algunas de las Policías Municipales de las localidades por donde discurre el metropolitano. «Son elementos fundamentales» del dispositivo de Seguridad de Metro Bilbao.
«Estos mecanismos de coordinación con las fuerzas de seguridad permiten un intercambio fluido de información que revierte en una mayor eficacia y eficiencia de las actuaciones en materia de seguridad, tanto preventiva como correctiva», indicaron desde el suburbano. Las mismas fuentes mostraron su «total disposición» a colaborar con la Ertzaintza en la investigación de los hechos. La última agresión en el metro se remonta al pasado marzo, cuando una menor y un joven resultaron heridos leves a la altura de Abando al ser atacados con un arma blanca.
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