martes, 6 de enero de 2009

La seguridad en el horizonte del 2009

Ardua se presenta la columna si se quiere hacer una premonición sobre el futuro de la Seguridad, pero si hubiera que escoger dos conceptos para sintetizar en todos los órdenes lo que la seguridad, en su más amplia expresión, quiere alcanzar en el futuro, serían las de “integración” y “coordinación”.

Si nos elevamos a la seguridad nacional e internacional, se están integrando unidades nacionales en otras superiores internacionales a través de alianzas político-militares, y al mismo tiempo se hace preciso establecer unas normas de coordinación para hacer compatible las formas de actuar de los ejércitos de los distintos estados. Se avanza por ejemplo en la defensa común en la Unión Europea, dentro de la OTAN y se exige la coordinación con unidades de países como India, Camerún, Japón, Brasil, etc., con unos principios y procedimientos militares muy distintos a los que disponen los estados europeos, junto con Estados Unidos y Canadá. Las Naciones Unidas disponen de un estado mayor con el reto de hacer compatibles las sensibilidades militares ante una misión internacional con contingentes de decenas de países.

Descendiendo a una seguridad más tangible y más de la vida diaria -aunque las acciones militares en el exterior se nos hacen patentes día tras día a través de noticias acompañadas en ocasiones con algún drama humano-, nos encontramos con la seguridad ciudadana, con la seguridad privada, con la emergencias, con la protección civil y con la autoprotección, por sintetizar y hacer comprensible el conjunto, pues bien todas ellas se enfrentan al reto de la integración y de la coordinación.

Cada vez se busca una mayor integración en los distintos cuerpos policiales e incluso la mayoría de las comunidades autónomas han promulgado leyes y normas diversas que regulan la actuación de las policías locales, que como todos sabemos dependen de los respectivos ayuntamientos. Las amenazas y riesgos, como la delincuencia organizada, el narcotráfico o el terrorismo, obligan además a coordinarse adecuadamente todos los cuerpos y fuerzas de seguridad, para luchar con posibilidades de éxito a las lacras anteriores.

La seguridad privada se enfrenta a múltiples retos, entre ellos los de la delincuencia o el terrorismo, necesitando una integración con las fuerzas y cuerpos de seguridad y unos procedimientos que la capaciten para actuar como auxiliares de estos últimos. Los centros de control y alarma deben encontrarse perfectamente integrados en los centros de operaciones de la seguridad ciudadana, lo cual no es tarea fácil, dado que en una población pueden existir varios centenares de los primeros por uno de los segundos.

En las emergencias ordinarias cada vez intervienen, por el imperativo de cubrir todos los sectores afectados, más servicios de emergencia, como policía (en sus diferentes cuerpos), bomberos, mantenimiento, limpieza o sanitario. En la zona de emergencia debe de existir un “mando único”, exigiéndose con ello la integración de todos los servicios municipales y al mismo tiempo una coordinación del conjunto a través de procedimientos comunes y de los centros que coordinan las emergencias, como los “centros de coordinación municipal” o los “centros 112”.

Al hablar de protección civil y autoprotección, a raíz de la promulgación de la Norma Básica de Autoprotección (NBA) y junto con su homónima de Protección Civil, no expresan dos conceptos distintos, sino el mismo, siendo ambos el del Protección Civil. También se enfrentan al reto de la integración y coordinación de forma muy similar al de la seguridad privada. Por ejemplo, de acuerdo con la NBA, todo Plan de Autoprotección de una instalación tiene que dedicar un capítulo a la integración con el servicio de Protección Civil y con el Plan correspondientes.

Al definirse la Protección Civil como la “sociedad organizada ante una catástrofe”, se entiende perfectamente que no corresponde exclusivamente a unos servicios de emergencia, sino que son todos los servicios administrativos y todos los ciudadanos, los que deben enfrentarse de forma coordinada ante el desastre que se haya podido abatir sobre un determinado territorio.

Reflexionemos sobre estos dos conceptos: integración y coordinación, siendo la integración un instrumento más jerárquico y la coordinación más lineal. Analicemos nuestras organizaciones que intentan proporcionar seguridad y si no hemos avanzado en ellos, cada vez proporcionaremos menos protección, aunque dispongamos de los medios más modernos y sofisticados.

Rafael Vidal Delgado

Coronel de Artillería en la Reserva
Diplomado de Estado Mayor y de Estados Mayores Conjuntos
Diplomado en Inteligencia Militar Conjunta
Diplomado en Mando de Unidades Paracaidistas

Doctor en Historia por la Universidad de Granada
Master Ejecutivo en Dirección de Seguridad Global (MEDSEG), por la Universidad Europea de Madrid y Belt Ibérica, S.A.
Master Ejecutivo en Dirección de Sistemas de Emergencia (MEDSEM), por la Universidad Europea de Madrid y Belt Ibérica, S.A

Presidente del Real Club Mediterráneo de Málaga

Profesor del Master Ejecutivo en Dirección de Seguridad Global (MEDSEG)
Profesor Principal del Master Ejecutivo en Dirección de Sistemas de Emergencia (MEDSEM)

Asesor de Planificación Estrátegica
BELT IBÉRICA S.A.
rvidal@belt.es

http://www.belt.es/expertos/home2_experto.asp?id=4397

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