Quedó en libertad el pasado lunes y ayer volvió a atacar a otro vigilante de seguridad del metro. El delincuente multirreincidente, que ha sido detenido cuatro veces en menos de una semana por distintas agresiones también a policías municipales y ertzainas, se lió a golpes con un empleado que le recriminó su actitud provocadora en la estación del suburbano de Leioa.
La respuesta de Mohamed B., de 19 años, al vigilante que tuvo que ser evacuado a un centro médico fue brutal: le propinó dos puñetazos en la cara, le «rompió parte de la boca», según explicaron compañeros de la víctima, y también le causó una fuerte hemorragia nasal. El incidente se produjo hacia las cuatro de la tarde después de que el agresor accediera «sin billete» a las dependencias del metro e «increpara a toda la gente» que se encontró a su paso. Los vigilantes, que se sienten «muy quemados» por la indefensión que sufren, aseguraron que el individuo «estaba totalmente borracho y drogado».
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