domingo, 25 de septiembre de 2011

Un jurado enjuicia el crimen del bar El Diamante de Pola de Siero a partir del lunes



Oviedo, L. Á. VEGA
Un tribunal popular enjuiciará a partir de pasado mañana, lunes, el crimen del bar El Diamante, ocurrido en la madrugada del 8 de febrero de 2009 en el citado establecimiento, situado en la popular plaza de Les Campes de Pola de Siero. La víctima, el vigilante de seguridad gijonés Miguel Rodríguez Morán, que tenía 30 años, falleció tras recibir una puñalada en pleno corazón propinada presuntamente por el acusado, Adrián C. P., que ahora tiene 26 años.
El ministerio público solicita una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio, no de asesinato. En el juicio, que se inicia el lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, y que se prolongará durante tres días, hasta el jueves, no se verán los delitos de amenazas y malos tratos que se imputaban también al acusado, de los que fue víctima esa misma noche su compañera sentimental y por los que el fiscal solicitaba inicialmente penas que sumaban un año y cuatro meses de cárcel.
Adrián C. P., que fue condenado en octubre de 2008 por un delito contra la salud pública a tres años de cárcel y el pago de 2.300 euros de multa, regentaba en la época del crimen el bar El Diamante. Hacia la una y media de la madrugada del 8 de febrero de 2009 se produjo una discusión entre el acusado y la víctima, cuyo motivo no se contempla en el escrito de acusación, aunque en su día se especuló con un malentendido con la novia de presunto homicida. Miguel Rodríguez Morán se había separado momentáneamente de sus amigos, con los que estaba tomando una copa en otro local de Les Campes, centro de la movida nocturna de la Pola.
El acusado, siempre según el fiscal, clavó a la víctima un puñal muy afilado de dieciséis centímetros y medio, hasta la empuñadura, lo que le provocó a Morán una herida de 3,5 centímetros en la cara anterior del tórax y una lesión mortal en la aurícula derecha del corazón, lo que le produjo la muerte.
El vigilante fue encontrado por sus amigos tendido frente al bar y agonizante. Fallecería poco después en el Hospital Central. Adrián C. P. desalojó el bar y lo cerró tras la mortal agresión. Fue detenido poco después, en otro local de copas, aunque el arma homicida no fue encontrada por la Policía hasta el día siguiente, en el interior de una alcantarilla cercana a su domicilio.
Además de las penas de prisión, el fiscal solicita una indemnización de 120.000 euros para la viuda de la víctima, otros 100.000 para su hijo, que cumplirá 5 años en noviembre, y 40.000 para sus padres.
Fuente: vigilantesdeseguridad.com

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