viernes, 30 de septiembre de 2011

Médicos y enfermeros se rebelan contra Mas


El descontento que sectores de la sanidad y la enseñanza pública vienen expresando desde hace meses en movilizaciones contra los recortes presupuestarios de la Generalitat vivió ayer su capítulo más tenso y exaltado. Las negociaciones que los médicos y los enfermeros del servicio catalán de la salud mantenían con la Generalitat tuvieron que aplazarse hasta la semana que viene, después de que unos 500 trabajadores sanitarios irrumpieran en la sede del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y boicotearan la reunión.
En ese momento, los representantes sindicales y la Consejería de Salud discutían la forma de ahorrar 45 millones de euros hasta diciembre, lo que supondrá que unos 10.000 médicos, 18.000 enfermeros, 2.400 residentes y otros 10.000 trabajadores de la sanidad catalana deberán renunciar a la mitad de la paga extraordinaria de Navidad y se les retrasará el pago de las horas extra y los turnos de guardia.
A primera hora de la mañana, el medio millar de médicos y enfermeros cortó la circulación del centro de Barcelona y posteriormente continuó su protesta en el interior del ICS. Ni los cuatro agentes de los Mossos ni dos vigilantes de seguridad lograron impedir que entraran al edificio, lo tomaran, se pasearan por su interior y accedieran hasta la sala de reuniones, donde acorralaron al gerente del ICS, Joaquim Casanovas, al que le cayó una buena lluvia de pitos e insultos. Aprovechando las cámaras, desplegaron varias pancartas que rezaban: «Tu enfermedad perjudica el sistema sanitario. Cuídate solo», «Artur Mas = Más paro» o «La sanidad en lucha».
Se vivieron momentos de tensión hasta que Casanovas, megáfono en mano, pidió «paz y tranquilidad para poder negociar con los representantes sindicales». «Esta no es la forma de hacer las cosas», exclamó. Cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra tuvieron que escoltarle hasta su despacho. Poco después, los manifestantes se marcharon del edificio.

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