lunes, 19 de septiembre de 2011

Reflexiones sobre la retirada de servicios de protección personal



La supresión de servicios de escolta que viene produciéndose desde el año 2009, en primer lugar en el sector privado y después de forma cada vez más notable en el sector público, especialmente en el ámbito de mayor número de servicios (País Vasco y Navarra), no por esperado, ha generado menor polémica y preocupación tanto entre protegidos como entre protectores.
A los primeros les cuesta convencerse de la inexistencia de riesgo, y así lo manifiestan públicamente.
Desde nuestro análisis avalamos esa creencia, la banda armada ETA no ha entregado las armas, ETA sigue siendo una banda terrorista asesina que continua activa, y sobre todo, ETA no ha mostrado una voluntad futura de rendición, sino muy al contrario está renovando su cúpula con elementos conocidos por su radicalismo, tutelando “el proceso” que siguen sus asociados, reservándose en todo caso libertad de decisión y acción, todo ello a pesar de su evidente perdida de operatividad que está en la base de la tregua actual.
En todo caso las decisiones en materia antiterrorista las toma nuestro gobierno, estemos o no de acuerdo con ellas y tendrá que asumir sus aciertos o errores en esta materia.
En nuestro lado, el de los protectores, está la preocupación por el futuro, la pérdida de empleo con todas las consecuencias que ello implica y la satisfacción que obtendríamos si con la humilde contribución de cada uno de nosotros, hubiéramos ayudado al final del terrorismo.
Desde hace cinco años, ASES viene alertando en sus publicaciones a todos nuestros asociados de este futuro, que ya está aquí, y remedando al autor de ¿Dónde está mi queso? Advertíamos que el “queso” iba a cambiar de lugar con toda seguridad, alentando a todos los escoltas a buscar alternativas al escenario que se preveía.
En nuestro último Congreso, con el lema “Mirando al Futuro”, insistíamos en ese análisis basado en el conocimiento de la situación y la búsqueda de alternativas.
IV Congreso Nacional de Escoltas. Análisis sector
Cifras
En el momento actual hay 4300 escoltas en activo en toda España (2000 País Vasco, 1000 Madrid, 700 Navarra) resto 1000 resto de España.(cifras aprox. y redondeadas)
72 Empresas habilitadas para prestar servicios de escolta (unas 30 activas)
Se protege a unos 1500 cargos públicos y a unos 800 privados.
Se calcula un intrusismo cercano a 2000 personas protegidas de forma ilegal.
Economía
La crisis económica que ha afectado gravemente a la contratación de servicios de protección con pérdidas de empleo tanto en el sector privado como publico de unos 700 puestos de trabajo sobre un volumen de 5000 en momentos previos a su inicio, es decir un 14 % que se incrementará hasta un 30% a partir del 1 de septiembre.
Terrorismo
Disminución de la amenaza terrorista, debida sobre todo a la acción policial y judicial, y por supuesto a la labor desempeñada por los escoltas entre otros colectivos, que unida a la situación de carencia de fondos en las instituciones ha tenido como resultado esa disminución de servicios y las que se prevén en un futuro cercano.
Nuevas tecnologías
Crecimiento del uso de medios tecnológicos en la protección de personas que inciden en la disminución de elementos humanos especializados (escoltas) o los sustituyen por otros como operadores, contra vigilancias, elementos de reacción, etc.
Experiencia
Afortunadamente, en este ámbito poseemos un factor humano con experiencia ,con un elevado número de escoltas con altos niveles de especialización y formación.
Coordinación
Confianza con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, asentada en años de relación operativa.
Experiencia empresarial en relación con la administración, las FCS y la gestión de servicios a cargos públicos.
Agilidad
Disponibilidad y agilidad en la implementación de servicios, con una alta flexibilidad.
Competitividad
Los servicios privados de protección pueden suponer costes hasta cinco veces inferiores al mismo servicio prestado desde el sector público.
Conclusiones
De este breve resumen de los aspectos más relevantes extraemos algunas conclusiones.
La tendencia es de inexorable y paulatina reducción de las cifras históricas de personas protegidas en España y por ende del número de escoltas necesarios en nuestro país.
Esta disminución se va a sustanciar de forma más o menos rápida asociadas a la actividad terrorista, que se prevé sea baja o inexistente hasta después de las próximas elecciones generales e incluso hasta después de las autonómicas en País Vasco y cuya evolución futura es impredecible, aunque es bastante evidente que la amenaza no desaparecerá totalmente mientras no cambie el sistema de valores y educación de parte de la sociedad vasca.
Existen visiones más o menos optimistas al respecto, que en todo caso no contradicen este análisis en lo esencial.
En esta difícil situación, surgen las lógicas voces de quienes vamos a sufrir la dureza de este proceso, declaraciones, propuestas de huelga, convocatorias, etc. es decir, resistencia al cambio que se ha de producir y que dentro de la lógica preocupación, necesidad de futuro y soluciones, afecta a todos los escoltas y también a la estructura y resultados de las empresas que prestan sus servicios en este ámbito.
A pesar de estas comprensibles reacciones que lideramos y compartimos en muchos casos ,no podemos ni debemos los escoltas convertirnos en un elemento más del entramado creado por el terrorismo, convirtiéndonos en una parte del problema y no, como hemos sido hasta ahora , una parte de la solución.
Desde ASES consideramos que existe el riesgo de traspasar esa delgada línea que separa la defensa de la profesión, de la adopción de posturas no profesionales, políticas o politizadas, más emocionales que ponderadas.
El reconocimiento se debe dar no exigir, debemos intentar ser profesionales al servicio de la sociedad, insisto, debemos una vez más, ser parte de la solución y no parte del problema. Desde ASES pretendemos seguir colaborando con las FCS y las instituciones para ser parte de esas soluciones y mantener la buena imagen y solvencia que ha demostrado el colectivo, con el afán de ser aptos, reconocidos y hasta deseados para nuevos retos.
En este sentido, la Asociación Española de Escoltas en su IV Congreso Nacional celebrado en Bilbao el pasado abril, con presencia de todas las Instituciones y Fuerzas de seguridad implicadas en la protección, solicitó por un lado la generosidad hacia la profesión por parte de la administración , que tuvo su respuesta en positivo por boca de todos los representantes políticos y policiales que ofrecieron y reclamaron ese reconocimiento.
En los medios de comunicación señalamos la importancia de no tomar decisiones apresuradas ni al hilo de la economía o las perspectivas más o menos fundadas del fin del terrorismo.
Pedimos prudencia y mesura en la retirada de servicios, basada siempre en análisis de riesgo ponderados, y pedimos apoyo de la administración para encaminar al colectivo a nuevas misiones, mostrando nuestra franca y leal colaboración como único camino para lograr esa reubicación, ese reciclaje y con la mirada puesta en el futuro, y en las soluciones para un colectivo cuya experiencia sería un error dilapidar.
Entre las propuestas que se analizaron y decidieron en el Congreso, están:
  • La protección a altos cargos del estado, las comunidades autónomas y corporaciones locales con el objeto de disminuir el gasto público y mantener la protección.
  • La protección en los casos de mayor gravedad de víctimas de violencia de género.
  • La colaboración con las FCS en la repatriación y expatriación de personas.
  • La protección internacional tanto de entidades y organizaciones españolas como internacionales (ONU, UE, etc.)
  • Ayuda para lograr la inserción en el mercado laboral de la Unión Europea, donde algunos países demandan y valoran a los profesionales españoles.
  • La seguridad marítima o la seguridad aérea.
  • La lucha contra el intrusismo como factor de recuperación de empleo y legalidad.
Comprendiendo pues, las propuestas y reclamaciones que algunos escoltas están haciendo, sintiendo en nuestras carnes la incertidumbre por el futuro y el bienestar de los nuestros, creo que corresponde, precisamente mirando a ese futuro, dar una lección de solvencia y profesionalidad, para conservar la imagen de colectivo fiable, solvente y profesional que hemos sabido dar hasta hoy, haciéndonos un elemento deseable para las instituciones y las empresas.
Otros caminos, nos llevarán al descrédito, a la desconfianza a la pérdida de imagen de colectivo serio y fiable.
Desde ASES estamos trabajando duro por esas soluciones, por esas salidas, y gastando todas nuestras energías en ellas, negándonos a gastar el más mínimo esfuerzo en lamentaciones y caminos ya cerrados.
Respetamos todas las posiciones y visiones pero eres tu como profesional el que debe elegir un camino, si quieres puedes seguir el nuestro, requiere esfuerzo, adaptación, formación, reciclarse, asunción de riesgos y olvidar lamentos por lo que no puede ser, para centrarse en lo posible.
No hay nada perdido, sino mucho por ganar.
El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro.
John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) Político estadounidense.
Fuente: belt.es

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