jueves, 29 de septiembre de 2011

SEVILLA / SUCESOS Dos atracadores, reducidos por los ciudadanos tras asaltar una joyería


Portaban pistolas y rociaron con un aerosol a los dependientes, quienes pudieron dar la voz de alarma

Día 29/09/2011 - 01.48h
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EFE/JOSÉ MANUEL VIDAL / VÍDEO: ATLAS
Uno de los atracadores es esposado por un policía
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El centro de Sevilla, concretamente la zona de la Plaza Nueva, vivió en la mañana de ayer un episodio de película de policías y ladrones con final feliz y gracias, sobre todo, a la colaboración ciudadana. Y es que dos hombres entraron en la joyería «Shaw», situada en plena Plaza Nueva, con la intención de perpetrar un atraco. Incluso consiguieron un pequeño botín. Pero con lo que no contaban era con la valentía tanto de los dependientes del establecimiento como de varios viandantes, que no dudaron en abalanzarse sobre los presuntos atracadores cuando huían, reteniéndolos hasta que llegó la Policía.
Los hechos acontecieron sobre las once de la mañana cuando dos individuos, al parecer de nacionalidad estonia, llamaron al timbre de la puerta de la joyería «Shaw». Acudió a abrirles Mari Paz, una de las encargadas y que lleva «toda la vida» en este establecimiento. «Cuando les abrí la puerta y accedieron de manera rápida supe que nos iban a atracar», señaló más tarde, presa de un ataque de ansiedad, recordando que «hablaban en inglés». Los hombres portaban sendas pistolas. Uno de ellos se cubría con un sombrero de paja y una grandes gafas de sol, mientras que el otro iba con el rostro al descubierto y llevaba una mochila. Una vez dentro, amenazaron a Mari Paz y a Carlos, hijo de dueño, que en estos momentos estaban en la zona donde se atiende a los clientes.
Dos atracadores, reducidos por los ciudadanos tras asaltar una joyería
KAKO RANGEL
Mari Paz, dependienta de la joyería, explica que fue rociada con un aerosol y amenazada con pistolas
En el interior se encontraban otros dos empleados. Mientras uno de los atracadores sacaba una pequeña escalera y se dirigía al escaparate donde se encontraban los relojes de la marca Rolex —resguardados por una mampara alta—, el otro rociaba con un espray a las víctimas.Empero no contaban con la disposición de Mari Paz y de Carlos. Ella, a pesar del pánico, salió corriendo hacia la puerta trasera, que da a la calle Jaén para pedir auxilio. «Decidí salir corriendo y que si me pegaban un tiro que fuese por la espalda», explicaba mientra era atendida por los servicios sanitarios como consecuencia del picor provocado por el aerosol y por su estado de nervios. Mientras, Carlos hacía frente a los atracadores, de tal manera que optaron, tras haber sustraídos una decena de relojes, por salir huyendo. Lo hicieron enfilando la calle Jaén en dirección a Albareda.
Fue entonces cuando se dieron de bruces con varias personas que en esos momentos desayunaban en un bar que hace esquina con Albareda, entre los que se encontraba un escolta del alcalde, Juan Ignacio Zoido. Estos, alertados por los gritos de la dependienta, no dudaron en cerrar el paso a los atracadores y retenerlos. Uno de ellos consiguió salvar este escollo y corrió por la calle Albareda. Pero allí estaba el vigilante de seguridad de una delegación de Hacienda que, al igual que los anteriores, pudo reducir al atracador.
Para colmo de desdichas de estos individuos, en el momento del asalto, a pocos metros, en la esquina de Plaza Nueva con Tetuán, varios dispositivos de bomberos y Policía Local intentaban sanear una cornisa. También estos últimos corrieron hacia el lugar de los hechos cuando se encontraron a los dos atracadores reducidos ya por los viandantes.
Dos atracadores, reducidos por los ciudadanos tras asaltar una joyería
KAKO RANGEL
Varios viandantes, entre ellos un escolta del alcalde, dieron «caza» a los atracadores
El revuelo formado —a esa hora eran muchas las personas que transitaban por la zona— hizo que se alterase el día a día de este conocido establecimiento sevillano, que ya fue objeto, «hace tres o cuatro años», de un robo aunque desde fuera, esto es, rompiendo uno de los escaparates.
En esta ocasión todo concluyó de manera feliz. Salvo para los atracadores, claro está, que no poseen antecedentes penales y que llevaban pistolas simuladas.
Como en las películas...
Ciudadanos estonios con pistolas simuladas
El atraco a la joyería «Shaw», en plena Plaza Nueva, suscitó la curiosidad de decenas de personas que se encontraban en esos momentos por la zona. Tras ser detenidos los autores, las especulaciones se dispararon mientras algunos de los dependientes tenían que ser atendidos al haber sido rociados con un aerosol. Posteriormente, los atracadores fueron conducidos a dependencias policiales, donde se conoció que se trata de dos individuos de nacionalidad estonia, que portaban pistolas simuladas y a los que, al cierre de esta edición, no se les conocían antecedentes penales.


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