na treintena de sospechosos han sido identificados por la Policía Local en viviendas que estaban en riesgo de ser saqueadas

La concejal de Seguridad y el oficial de la Policía Local
El plan de seguridad habilitado por la Policía Local para evitar que se incrementara la delincuencia como consecuencia de los terremotos parece haber dado sus frutos. Al menos así lo cree el Ayuntamiento que, a través de la concejal de Seguridad, Belén Pérez, ha asegurado que «se ha producido la mayor reducción de actos delictivos de los últimos veranos». Los agentes han realizado un total de 300 acciones de vigilancia específica en edificaciones en código rojo o amarillo, es decir, temporalmente deshabitadas.
El objetivo de estas acciones era evitar que los ladrones aprovecharon que dichas viviendas estaban desalojadas para entrar a robar los enseres que no hubiesen sido retirados por sus propietarios. Además de en estos inmuebles, la Policía Local y también agentes de la Policía Nacional, tuvieron que hacerse cargo de la vigilancia de los escombros de edificios derruidos, después de que los guardias privados contratados no pudieran hacer frente a las presiones de grupos de cacos que se acercaban a sacar objetos y también restos de hierro para su venta.
Una treintena de personas han sido identificadas en los últimos meses por los agentes de la Policía Local cuando se encontraban deambulando sospechosamente por las proximidades de estos edificios y solares. Finalmente, sólo siete fueron detenidas.
En esta misma línea, «el aumento de patrullas peatonales ha permitido intensificar la vigilancia en zonas comerciales, dando como resultado la identificación de cinco personas por hurto y dos por una falta de daños», según apuntó la edil de Seguridad. La Policía Local también ha continuado realizando tareas de vigilancia del estado de edificios. «Se ha prestado servicio en 182 inmuebles en los que se detectó riesgo de caídas de cascotes a la calzada».
Lo que no se ha podido realizar este verano ha sido la campaña de renovación de señalización horizontal en las calles de la ciudad. «Las circunstancias especiales no han permitido acometer la llamada 'Operación blanco' pero la haremos en los próximos meses intentando obstaculizar lo menos posible la circulación. Es necesario hacerlo porque las señales han sufrido mucho como consecuencia del paso continuo de vehículos pesados y también por los escombros que han soportado».
Organización de calles
De cara a la llegada del mes de septiembre, la Policía Local está elaborando un dispositivo de reorganización del tráfico en las calles de la ciudad que actualmente se encuentran cerradas o afectadas por demoliciones. «En principio todos los derribos tienen que estar terminados para esas fechas, así que las calles estarán abiertas. Además, tenemos la experiencia del mes de mayo y junio en cuanto a las horas de más tráfico por la entrada y salida de los colegios e institutos».
La concejal de Seguridad también se refirió ayer al estado en el que se encuentra el Centro Integrado de Seguridad. «Se están acometiendo las obras de acondicionamiento del exterior. La próxima semana se realizarán los trabajos para la instalación de los sistemas de comunicación que precisa la Guardia Civil con el fin de que puedan realizar el traslado en los últimos días de agosto y primeros de septiembre. En las instalaciones sí se encuentran ya alojados los efectivos de la Unidad Militarizada de Emergencias que permanecen en la ciudad».
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