La esposa del propietario del establecimiento Shun vio toda la escena de las puñaladas, la decapitación y la exhibición de la cabeza de la mujer británica de 60 años el pasado viernes en Los Cristianos y tuvo que ser llevaba a un centro hospitalario. Todo apunta a que necesitará un psicólogo para intentar superar la situación.
PEDRO FUMERO, Tenerife
La mujer del propietario del comercio Shun, donde una ciudadana británica de 60 años fue apuñalada y decapitada el pasado viernes, se encuentra aún en estado de "shock" porque observó toda la macabra escena.
La hija de dicha mujer china manifestó ayer a EL DÍA que su madre "no puede trabajar", a pesar de que el establecimiento situado en el complejo Valdés Center estaba abierto al público.
La citada mujer fue testigo directo del macabro suceso y acudió a primeras horas de la tarde del viernes a prestar declaración a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del Sur de Tenerife.
En ese instante, la mujer mostraba evidentes signos de estar destrozada emocionalmente y, de hecho, podía andar gracias a que dos familiares y un agente la llevaban cogida por los brazos.
El brutal homicidio de la ciudadana británica de 60 años a pocos metros le ha dejado serias secuelas psicológicas.
De hecho, hasta mediodía de ayer, como explicó su hija, la citada testigo no podía comer ni dormir.
Según relató la hija a este periódico, ayer tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario de Playa de las Américas, pues sufrió síntomas de ansiedad por lo ocurrido.
Por esa razón, y a sugerencia de los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y de los propios familiares, la mujer oriental deberá ser tratada por un psicólogo para intentar que supere el trauma que debió padecer en su negocio.
Cabe recordar que la hija del propietario del comercio Shun también ejerció de intérprete entre algunos de los testigos chinos y los investigadores del Grupo de Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría del Sur que llevan el caso.
Ayer, la joven china explicó que ella no estaba en el negocio de sus padres cuando se produjo la tragedia.
Cuando la chica llegó al inmueble, el cuerpo de la fallecida ya estaba tapada con una sábana.
Durante la mañana de ayer no había rastros de sangre en los enclaves donde quedaron los restos mortales de la víctima, tanto en el local comercial como en la acera de la avenida Ámsterdam.
De hecho, como cualquier otro día, numerosos clientes acudieron ayer a la tienda Shun para buscar y comprar aquellos objetos que necesitan.
Sigue en los calabozos
Los investigadores del Grupo de Crimen Organizado de la Comisaría del Sur de Tenerife continuaron ayer la instrucción de las diligencias que serán entregadas al Juzgado de Instrucción número de Arona.
Hasta primeras horas de la tarde de ayer, el autor de la muerte violenta, Deyan Valentinov Deyanov continuaba en los calabozos de la Comisaría de Playa de las Américas.
En principio, los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía disponen hasta el lunes para poner al joven búlgaro de 28 años a disposición de la autoridad judicial.
Además, los agentes han visionado las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento comercial donde se produjo la decapitación de la víctima.
En dichos vídeos se puede apreciar como Deyan V.D. porta un cuchillo en la mano y pasa al lado de la ciudadana británica.
En ese momento, el indigente de origen búlgaro se quedó mirando a la mujer británica y volvió para apuñalar a la víctima.
Después, utilizó esa misma arma blanca para cortar la cabeza a la víctima. Seguidamente, el perturbado mental cogió su "macabro trofeo" por los pelos y, con abundantes restos de sangre en su ropa, salió a la calle por la puerta principal de la tienda. Entre los gritos horrorizados de los testigos, el individuo bajó por una rampa hacia la avenida Ámsterdam y giró a la derecha.
La espeluznante escena continuó cuando un vigilante de seguridad del Servicio Canario de Empleo llegó hasta el homicida y le exigió que soltara lo que llevaba en la mano. Pero, como hizo caso, omiso, el segurita debió golpearlo con su defensa hasta que soltó la cabeza y el cuchillo.
LA REACCIÓN
"Volvería a actuar así, por instinto"
El vigilante de seguridad que persiguió e interceptó al autor de la muerte de la ciudadana británica, José Antonio Hernández Delgado, manifestó ayer que "volvería a actuar de la misma manera" para enfrentarse al homicida y reducirlo.
José Antonio declaró ayer que se movió "por instinto" para tratar de parar al homicida y que, por tanto, no se paró a pensar las consecuencias de su actuación. En esa línea, Tony, como lo llaman sus amigos y conocidos, comenta que, a lo mejor, si hubiese reflexionado un poco su comportamiento no hubiera sido tan directo. Pero, a la vez, reconoce que fue una actitud instintiva que no pudo reprimir.
El vigilante de la Oficina del Servicio Canario de Empleo de Los Cristianos se muestra satisfecho de haber colaborado con las fuerzas de seguridad para interceptar al indigente búlgaro. En esa tarea, José Antonio contó con la colaboración de un viandante que le dio una patada al autor de la muerte violenta y un motorista que le lanzó el casco.
De hecho, si el joven Deyan Valentinov mató de forma inesperada y sin motivo alguno a una víctima inocente que fue a comprar a una tienda, nadie puede descartar que, si no le desarma con tanta rapidez, continuara atacando a otros viandantes.
El detenido era conocido, precisamente, por su comportamiento conflictivo, problemático y violento en la zona turística en diversas ocasiones. De hecho, uno de sus últimos antecedentes policiales fue por un supuesto delito de lesiones, ya que, por una cuestión intrascendente, le dio un puñetazo a un hombre en la calle y le rompió dos dientes.
Una patrulla de la Policía Local de Arona intervino en febrero con el individuo, ya que estaba completamente "enloquecido", según una de las fuentes consultadas por EL DÍA. En esa ocasión, Deyan Valentinov afirmó delante de los agentes que "era el profeta segundo de Dios" y que estaba llamado a hacer "algo grande".
Los funcionarios cumplieron su obligación, que fue efectuar el pertinente informe y trasladar al individuo a la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria. A tenor de la información ofrecida el viernes, en dicho centro sanitario se dio de alta al joven búlgaro hace aproximadamente tres meses. Ahora serán las autoridades judiciales quienes decidan dónde pasará el indigente los próximos meses.
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