Lourdes Bermello constató que a mediados de junio empezaron a comprobar que a enfermeras que en el mes de mayo les habían asignado contratos para el verano, se los anularon o se los redujeron. En algunos casos de bloques de dos meses pasaron a uno solo. Después empezaron a recibir llamadas telefónicas de colegiados constatando estas situaciones, lo que llevó a convocar la asamblea, a la que asistieron unas cuarenta personas.
Los recortes del Sergas en atención primaria afectan también a la seguridad de los PAC. Recientemente trascendió que no se habían renovado los contratos de vigilancia nocturna. Esta decisión fue criticada, entre otras razones porque entre los servicios de urgencias más afectados están los de Fingoi, Viveiro y Vilalba, que son los de mayor presión asistencial. El de Fingoi incrementó la demanda de atención desde que se trasladó el hospital Xeral a San Cibrao. En este último también fue agredido un médico que salió del recinto a atender una falsa llamada de urgencia. Recibió una paliza que lo mantuvo de baja durante un tiempo.
Conflictividad
Los profesionales temen que la ausencia de vigilantes de seguridad pueda incrementar la conflictividad en los centros, especialmente por las noches. Los últimos datos apuntan a la crisis ha supuesto también un aumento en el número de agresiones físicas en las consultas médicas y de enfermería tanto en primaria como en los hospitales.
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