jueves, 5 de mayo de 2011

Asaltan cuatro casas y cinco garajes en una sola noche en Villahermosa

Los ladrones fuerzan las puertas y se llevan maquinaria y cosméticos en la Cimorreta, a siete kilómetros del pueblo.Los vecinos de la pedanía instalan alarmas y extreman la vigilancia ante el temor de que los cacos regresen.

El interior de Castellón tiene miedo. Y no es para menos. Desde hace ya algunos años, los ladrones han hecho de la tranquilidad del entorno rural uno de sus principales objetivos, con oleadas de robos como la que está sufriendo en las últimas semanas Segorbe o los asaltos en plena noche que han obligado a Vilafranca a contratar seguridad privada para suplir la carencia de efectivos de la Guardia Civil. El último de los saqueos que han tenido que soportar los vecinos del interior se vivió hace escasas dos semanas en una pedanía a siete kilómetros de Villahermosa, donde los ladrones desvalijaron en una sola noche cuatro casas y cinco cocheras.
Sucedió en la noche del jueves santo. Ninguno de los escasos 15 vecinos de la Masía la Cimorreta --de los que al menos dos durmieron allí-- oyó absolutamente nada: aprovechando la oscuridad y la quietud de la noche, los cacos forzaron las puertas de las viviendas y se llevaron, sobre todo, herramientas y maquinaria, pero también todo tipo de perfumes, colonias y cosméticos. Dejaron electrodomésticos y otros objetos de valor. “Seguro que volverán a por ellos”, se lamenta Enrique Solsona, una de las víctimas y también presidente de la asociación de vecinos de la Cimorreta.
Si lo hacen, encontrarán a los habitantes de la pedanía preparados. El robo les ha metido el miedo en el cuerpo y han redoblado sus esfuerzos para evitar que les vuelva a suceder, con la instalación de alarmas en las casas “y alguna persona más pendiente de quién entra y quién sale de la masía”, señala Solsona, que rehúye desvelar las armas de los vecinos para garantizarse la seguridad.
La falta de efectivos en el medio rural ha llevado a muchos municipios a organizarse para dormir más tranquilos por las noches. Si en Vilafranca se ha optado por la seguridad privada, en Villahermosa ya hace algún tiempo que los vecinos montan guardia en parejas por las noches para alertar de cualquier suceso extraño. Pero el término es demasiado grande y la vigilancia ciudadana no pudo llegar el jueves santo hasta la Cimorreta. “Solo de mi casa se han llevado una motosierra, un compresor, un grupo electrógeno, herramientas, gasoil, una máquina para recoger olivas... Más de 3.500 euros en daño, además de la rotura de puertas y las alarmas”, relata Solsona.
La Guardia Civil de Montanejos se hizo cargo de las denuncias, aunque fuentes oficiales no pudieron confimar lo sucedido. H

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