¿Videovigilancia o quirófanos?

La videovigilancia en los hospitales siempre es un tema polémico, pues entran en conflictos muy diversos puntos de vista no sólo por parte de los pacientes sino, además, de los profesionales que trabajan en el centro -enfermeras, cuadro médico, etc-. A pesar de contar con experiencias exitosas, como la que en su día destacamos en Videovigilando del Hospital Universitario de Ceuta, cada nuevo proyecto de videovigilancia es un reto para el gerente del centro.

Y ello a pesar de que hay asociaciones del defensor del paciente que son muy partidarias de estas tecnologías. Tanto es así, que son muchos los escritos remitidos a los distintos ministros y ministras de Sanidad solicitándoles que la instalación de videovigilancia en los centros hospitalarios se convierta en una práctica generalizada. Las asociaciones van más allá y reclaman la instalación en los quirófanos. Carmen Flores, presidente de una de estas asociaciones, apuntaba en una carta remitida la Leyre Pajín que “hay hospitales que tienen instaladas cámaras de videovigilancia en las escaleras, en el hall, en los pasillos, es decir un paciente va a operarse y se le graba ’Por su Seguridad’ en el momento que entra en el hospital, en el momento que da sus datos a la auxiliar de recepción, se le graba por los pasillos del hospital, incluso, en los ancensores, en el parking pero, sin embargo, en pleno siglo XXI, con una tecnología digital eficaz y barata, no existen cámaras de vigilancia, ni sistemas de audio dentro de los quirófanos que permitan grabar para la seguridad de los pacientes”.

Sin embargo, no sólo hay muchos pacientes que se sienten reacios a estas prácticas, sino que los propios médicos y cirujanos encuentran en la videovigilancia un elemento altamente intrusivo. ¿Tiene motivos para ello? En principio, como todo cambio, diríamos que requiere de un proceso de adaptación y aceptación, pues la sensación de ser fiscalizados inicialmente parece inevitable. Sin embargo, el propio cuadro médico y de enfermería deberían quizás considerar la videovigilancia como una medida más de protección en su trabajo, sobre todo en el caso de denuncias por mala praxis sin fundamento.

Mientras el debate sigue más polémico que nunca -con vídeos tan crudos como el insertado en esta entrada-, el avance de la videovigilancia en los hospitales encuentra hueco en otros espacios. Es el caso del Hospital de Dénia, que se ha convertido en pionero en la implantación de un sistema de videovigilancia de alta definición (HD). El nuevo sistema se ha instalado en la UCI y permite no sólo centralizar el control de las constantes vitales, sino también los movimientos y el aspecto en cada momento de los pacientes ingresados. Se trata de dispositivos de última generación, que se adaptan a la luminosidad de la estancia pudiendo captar imágenes en la oscuridad. Para el Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Dénia, Francisco Tarín, “la instalación de las cámaras supone un valor añadido para el cuidado y control, lo que redunda directamente en un aumento de la seguridad del paciente”.
Un nuevo hito en la videovigilancia española que supone un granito de arena más en el avance de una tecnología, con el respaldo de una legislación de protección, llamada a hacer la vida del ciudadano más segura, en todos los sentidos.

Fuente: Videovigilando
02/08/11

Suplemento Temático: Videovigilancia