A. B.
BARCELONA (elperiodico.com). Lo dejó entrever el conseller Felip Puig en su última comparecencia ante la comisión de Interior del Parlament y lo reconoce ahora el informe elaborado para explicar la filosofía de la inminente reforma de la estructura de los Mossos d’Esquadra: el despliegue de la policía de la Generalitat ha dejado zonas de sombra. Es decir, territorios -sobre todo en la Catalunya central- donde no hay presencia policial y cuyas localidades tienen la comisaría más cercana a muchos kilómetros de distancia.
BARCELONA (elperiodico.com). Lo dejó entrever el conseller Felip Puig en su última comparecencia ante la comisión de Interior del Parlament y lo reconoce ahora el informe elaborado para explicar la filosofía de la inminente reforma de la estructura de los Mossos d’Esquadra: el despliegue de la policía de la Generalitat ha dejado zonas de sombra. Es decir, territorios -sobre todo en la Catalunya central- donde no hay presencia policial y cuyas localidades tienen la comisaría más cercana a muchos kilómetros de distancia.
En su primera página y como una de sus prioridades, el informe elaborado por la Direcció General de la Policia señala que el cuerpo de los Mossos «tiene que adaptar más y mejor las cuestiones relativas a la demarcación, estructura y dotaciones, especialmente en las áreas rurales y de montaña, con realidades muy diferentes a los ámbitos urbanos».
Fuentes del departamento afirman que se estudia cómo subsanar esos vacíos. La opción más avanzada es la instalación de subcomisarías de policía. Se trata de pequeñas oficinas que podrían estar ubicadas en dependencias de ayuntamientos y que abrirían una serie de horas al día para la recepción de denuncias. Otra posibilidad en estudio es el empleo de comisarías móviles, en este caso, instaladas a bordo de vehículos.
El tercer nivel
En su comparecencia del 13 de octubre ante la comisión de Interior, el conseller avanzó su plan de instalar lo que denomina como «subcomisarías», que definió como un «tercer nivel» de instalación policial, por debajo de las comisarías de las áreas básicas y las comisarías de distrito. De hecho, puso como ejemplo la situación de Calaf (Anoia), una población cuyas comisarías más cercanas están ubicadas en Igualada, Cervera y Manresa. Todas a más de 26 kilómetros y a casi media hora en coche.
«En Calaf haremos alguna actuación. Ya se está trabajando en un convenio con el ayuntamiento para abrir una dependencia que nos permita dinámicas de mayor proximidad», dijo el conseller. Un proyecto similar de subcomisaría, que puede ser un remedo moderno del tradicional cuartelillo de la Guardia Civil, se da en otras localidades como Aitona (Segrià).
«Se trata de zonas con poca densidad demográfica con lo que no se justifica abrir una comisaría de distrito, pero que sí requieren presencia policial», comentaron fuentes de Interior.
Prestigio internacional
Pero el plan de Puig para la policía autonómica va de lo más local a lo más global. Así, además de ocuparse de la situación de esas zonas rurales aisladas, el informe plantea la necesidad de que los Mossos actúen para convertirse «en la policía de referencia» en la comunidad de todas aquellas investigaciones que emanen de órganos como la Audiencia Nacional o la Fiscalía General que, hasta el momento, se apoyan más a menudo en el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil desplegados en Catalunya.
El informe va aún más allá y plantea la necesidad de potenciar «el prestigio internacional de los Mossos d’Esquadra» e incluso plantea una iniciativa pionera: que la policía de la Generalitat por primera vez forme a policías extranjeras, en concreto las de los de los países donde ha triunfado laPrimavera árabe. Según el informe, «conviene destacar el apoyo a la formación de policías democráticas en países que han puesto en marcha este proceso, especialmente en aquellas áreas prioritarias para los intereses de Catalu-nya (como puede ser el arco mediterráneo)».
Fuente: elperiodico.com
Fuente: JULIO CARBÓ
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