viernes, 11 de noviembre de 2011

El vigilante de Logista reconoce a sus agresores en el juicio por atraco

J.M.D., que estaba de guardia la noche del 10 de agosto del 2010, cuando "nueve o diez personas" asaltaron la nave de Logista en el polígono El Nevero, de Badajoz, identificó ayer "con seguridad" a Marian Cercel y Vasile Domitroche, a quienes ahora juzga la Audiencia por aquel hecho, como dos de los autores y sus agresores aquella madrugada.
Explicó con detalle que al sonar la alarma acudió a inspeccionar el lugar y "al llegar a una esquina, uno me golpeó con un palo y los otros me pusieron un suéter verde transparente como capucha. Me eché al suelo y al que me golpeaba le dije que me dejara, que se tranquilizara".
El fiscal le pidió que observara a los acusados; se levantó, los miró y dijo: "Los he reconocí nada más entrar, de perfil. Son ellos". Y añadió: "El grueso --Vasile-- me dio con el palo en la cabeza, en la piernas y me pisó los tobillos mientras los otros me daban patadas cuando estaba en suelo".
Los abogados José Duarte y José María del Pozo, y el presidente del tribunal le inquirieron si estaba seguro. El se reafirmó, lo que desmontó la declaración de Vasile, que tras cambiar la primera --como el otro acusado, ambos dijeron que estaban amenazados ellos y sus familias--, manifestó que él no participó el robo y que incluso atendió y tranquilizó al vigilante cuando estaba maniatado y con el suéter sobre la cabeza.

"ME AMENAZABA DE MUERTE"
 Sobre Marian, J.M.D. afirmó que "el bajito se me acercaba y me amenazaba de muerte; tuve que llamar al control para decir que no pasaba nada", contó. Y añadió que "el más grueso, luego se acercaba y me decía que no llorara, que era un mariquita".
Ante estos testimonios, algunos nuevos, un letrado de la defensa pisolicitó que hiciera un reconocimiento a un testigo que declararía más tarde, preso preventivo por esta causa, para determinar si lo identificaba el vigilante, pues uno de los inculpados ya le había señalado como el autor del golpe con el palo.
El presidente del tribunal accedió y se realizó en la misma sala. El vigilante dijo que no lo reconocía como el hombre que le golpeó, y que no lo identificaba de forma expresa, salvo que formara parte del grupo.
Cuando este testigo, George Marian, fue llamado a declarar, dijo a través de una intérprete que no hablaba ni entendía español, que desconocía por qué estaba preso y hasta el nombre de su abogado, que "estaba en Madrid".

CONTRADICCIÓN
 El magistrado le informó que podía no responder las preguntas, porque podría ser juzgado por esta misma causa más adelante, lo que causó una situación judicial extraña.
Apuntó el fiscal jefe, Antonio Mateos, que por un lado tiene derecho a no incriminarse, pero como testigo está obligado a decir la verdad. George comenzó a temblar, se sintió mal y el presidente pidió que lo llevaran a la prisión o a un hospital. La vista se suspendió hasta hoy.
Antes de este suceso, Cercel había asegurado que montó en un coche Laguna en Madrid, con el otro acusado, porque le prometieron 100 euros para hacer de conductor, y que luego se sumó otro vehículo, un BMW con cuatro personas dentro, con lo que el grupo lo formaban "nueve o diez hombres".
Así mismo, aseguró que desconocía lo que iban a hacer y que les advirtió que no quería participar en robos ni actos violentos, pero le respondieron que irían a una viña y a cobrar una deuda. También que una vez en Badajoz, él se quedó en el coche. El vigilante afirmó que ambos participaron en el robo.

CON INTÉRPRETE
 Vasile fue contratado por mil euros para cortar una puerta con una radial "porque me dijeron que era para abrir una nave y meter a gente que traerían a trabajar", explicó. Los dos acusados manifestaron que habían escrito a la policía y al juzgado cuando estaban en prisión para pedir que pudieran declarar de nuevo, cuando sus familias se encontraban ya en Rumanía.
Los dos, que declararon con la intervención de la intérprete, reconocieron haber participado en los hechos, pero sin colaborar en los más graves. También que se encontraban en el polígono sin saber a lo que iban y que lo hicieron engañados, a la fuerza y amenazados. "O haces lo que te digo, o te mato a ti y a tu familia", le dijeron a uno de ellos.
También dieron Marian y Vasile los nombres de los que ellos creen que eran los cabecillas, por el que el fiscal anunció que pediría la apertura de testimonios contra ellos.
El fiscal solicita penas de 15 años para cada uno de ellos, por los delitos de robo con violencia, lesiones y detención ilegal.
Fuente: elperiodicoextremadura.com

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