jueves, 7 de julio de 2011

La Universidad aumenta la seguridad para evitar daños y prohibir el aparcamiento


El Rectorado decide vallar la Escuela de Marina y contratar vigilantes ante el miedo a posibles desperfectos durante la Semana Negra 
Parecía una opción descartada por el desembolso económico que suponía, pero el temor ha podido más. La Universidad de Oviedo ha decidido aumentar la seguridad en el campus gijonés para protegerse de posibles daños durante la celebración de la Semana Negra y para llevar a cabo su negativa a que nadie ajeno a la comunidad universitaria pueda aparcar en el recinto durante el certamen. Ese aumento de la seguridad pasa por dos planteamientos y el primero de ellos es ya más que visible. Se trata del vallado perimetral de la Escuela de Marina Civil, cuyos responsables habían hecho llegar al Rectorado su preocupación, un malestar que el rector había asumido como propio. «La Semana Negra está dentro de Marina Civil. Ya hablaremos el último día de las consecuencias», dijo Vicente Gotor tras su última reunión con la alcaldesa para tratar este asunto.
Pues bien, unas vallas metálicas de obra, de algo más de dos metros de altura, rodean ya prácticamente todo el edificio de Marina, lo que impedirá siquiera acercarse al inmueble. Es la solución que el propio Gotor había indicado en aquel encuentro con la alcaldesa, aunque el alto coste les había hecho dar marcha atrás. Finalmente la Universidad ha preferido gastar más, pero vivir también de forma más tranquila los diez días que dura la Semana Negra.
Aunque la seguridad no acabará en las vallas. De hecho, el Rectorado tiene ya decidido contratar seguridad privada para aumentar la protección de sus instalaciones, pero también para prohibir, tal y como anunció Gotor, que los asistentes a la Semana Negra puedan aparcar en los terrenos del campus. Esta segunda cuestión parece algo más complicada que la instalación de unas vallas, al menos durante el día, ya que la Universidad debe garantizar el acceso de sus profesores y estudiantes. Los vigilantes contratados quizás deban solicitar a quienes deseen acceder al campus su correspondiente acreditación.
El tema de la seguridad durante la cita literaria y festiva ya ha sido motivo de debate en años anteriores, especialmente en los escenarios de Poniente y El Arbeyal, donde la Semana Negra compartía espacio con los vecinos. Entonces, el Ayuntamiento llegó a acuerdos para reforzar la vigilancia y las ediciones se saldaron sin mayores problemas. Pero también es cierto que nunca como hasta ahora se había encontrado el Consistorio con un rechazado tan firme, tan frontal, que se mantiene incluso en los juzgados.
Porque mientras el Ayuntamiento habla con unos y con otros nada impide que la Universidad, que después de muchas quejas públicas prefiere guardar silencio y mantenerse a la espera, mantenga su petición de medidas cautelares para evitar, in extremis, la celebración allí de la Semana Negra, algo que parece complicado a estas alturas. El certamen dará el pistoletazo de salida el próximo día 22 y mantendrá la actividad hasta el día 31, con más de 130 autores confirmados.

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