viernes, 1 de julio de 2011

Bilbao: El país de la música

Los trabajos de montaje de los diferentes escenarios empezaron ayer y se prolongarán hasta el martes día 5 de julio.


KOBETAMENDI 7-8-9. Un código que los miles de aficionados que han comprado las entradas para el nuevo Bilbao BBK Live han memorizado hace tiempo. Ya queda menos. Una semana y los rugidos de las guitarras eléctricas volverán a atronar en las campas de Kobetas, ecos que año tras año se extienden hasta el mismo centro de la capital. Volverán las peregrinaciones, el compadreo, las risas, los saltos de euforia, los gritos y, en suma, grandes dosis de felicidad, porque la música "es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras; siempre que sea bueno y tenga pasión puede ser el alimento del amor". La frase la dijo en su momento el subversivo Kurt D. Cobain, y aunque a él "la medicina musical" no le sirvió para calmar ciertos demonios internos, está probado que una buena melodía tiene facultades curativas.
Falta una semana para esa explosión de felicidad, para que una de las cimas más conocidas de Bilbao se convierta en el "país de la música", pero el BBK Live ya se ha puesto en marcha. Cerca de 800 personas trabajan día y noche para que esta sexta edición sea la mejor, para que todo salga según lo previsto. De eso se encargan los organizadores del evento: Last Tour International. En total conforman un cuadro de 780 personas. En el apartado de seguridad hay 350 vigilantes; en la sección de hostelería se encuadran 180 camareros, 20 jefes de barra y 20 almaceneros y bodegueros; otras 90 personas se afanan en los temas de producción, en las taquillas, colocando las pulseras, colocando el merchandising, ayudando a la prensa o atendiendo a los sponsors... Y otros 120 trabajadores se ocupan de temas menores. Entre responsables y trabajadores conforman un pequeño país, con sus estructuras organizativas bien separadas y distribuidas. El montaje requiere todo ese personal. Las medidas del escenario principal abarcan 36 metros de boca por 18 metros de fondo y estará elevado a 2 metros del suelo. El escenario secundario tendrá 20 metros de boca por otros tantos metros de fondo.
Además, se instalarán baños químicos en todo el recinto y en la zona de acampada. El camping, donde pernoctarán miles de personas, incluirá también servicio de duchas y un bar. La organización montará también tres carpas chill out, una de ellas de Vodafone.
Para que los miles de aficionados que se van a acercar a las campas de Kobetas no echen en falta ni bebida ni comida, la organización colocará siete barras largas para el público y dos barras para los VIP, además de varios puestos de hostelería que se ubicarán en lugares estratégicos, además de la consabida barra de bebidas adicional del camping.
La oferta gastronómica de este año se ha diversificado y los aficionados se llevarán más de una sorpresa. Habrá perritos calientes alemanes, servicio de Kebab, muchos pinchos, las tradicionales hamburguesas y bocadillos, parrilla argentina... y talo. La música no va reñida con el buen yantar, y los de Last Tour se han esmerado, incluyendo dentro de la oferta comida vegetariana, donde se ofrecerán platos como el cus-cus con verduras, arroz con curry, tallarines con verdura, falafel, tes o zumos naturales.
También habrá una zona específica para el mercadeo. Last Tour emplaza 15 puestos en los que se podrá encontrar ropa, discos, libros, tatuadores, revistas o información acerca de distintas ONG. El mercado también acogerá el stand oficial del festival. Otra curiosidad: instalarán un 'banco central' de intercambio de dinero por monedas y billetes del festival.
PARA LOS ARTISTAS Last Tour cuenta con 15 conductores con sus respectivos vehículos de gama alta, que estarán disponibles para los artistas las 24 horas del día. La organización reserva también más de 700 habitaciones en hoteles de Bilbao (casi todos los artistas se alojan bajo seudónimo). "El punto de referencia es el Guggenheim, todos piden estar cerca de él", aseguran desde Last Tour. "Entre las peticiones de los artistas están desde flores frescas en la habitación o juguetes para sus hijos, hasta sábanas hipoalergénicas", aclaran, porque al igual que en el Azkena Rock Festival, "este año nos ha llamado la atención la cantidad de alérgicos que hay entre los artistas y los trabajadores que vienen con ellos". Además de servirles, Last Tour también trata de asesorarles: "La mayoría piden vinos franceses hasta que les informamos de que el mejor vino está en nuestras tierras; en la mayoría de los casos aceptan la sugerencia".
Para cubrir el festival se acreditarán 300 profesionales de distintos medios de comunicación (entre ellos dos del DEIA), incluyendo a prestigiosos críticos de revistas musicales como The FlyNME Clash Magazine. Muchos de los conciertos se podrán seguir en directo a través de gaztea.com y en diferido en ETB3.

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