ISABEL BUGALLAL - A CORUÑA Es inspector de policía en excedencia, por lo cual sabe de lo que habla. Andrés Martín Ludena (San Fernando, 1956), presidente de la Asociación para la Seguridad del Patrimonio Histórico Protecturi, que agrupa a responsables de seguridad de museos, sostiene que el robo del ´Código Calixtino´ en el Archivo de la Catedral de Compostela no ha sido tanto un encargo como una oportunidad: alguien que, ante la nula vigilancia, aprovechó la ocasión y se lo llevó. Martín espera que el caso sirva de enmienda a las instituciones
–¿El del Códice Calixtino es un robo normal?
–Puede ser un robo normal, o un robo altamente especializado, o puede ser una simulación de robo y que alguien piense que se ha cometido un robo pero realmente no se ha cometido. Puede ser que el libro esté mal archivado y todos piensen de buena fe que ha sido sustraído y que siga entre las colecciones de la catedral.
–¿Con qué hipótesis se queda?
–Yo creo que es un robo por oportunidad, si es cierto que las medidas de seguridad no eran rigurosas.
–¿Dice que también podría ser un falso robo?
–Bueno, circula por ahí y es muy sencillo: ochocientos aniversario de la catedral, falta de recursos económicos para hacer una buena campaña de publicidad y alguien que, con el fin de acaparar la atención y de atraer a personas, esconde el libro, hace parecer que es un robo y y nos tiramos todo el orbe hablando de la desaparición del Códice Calixtino durante quince semanas.
–No sería mala publicidad.
–No, pero estamos hablando de un delito porque se trata de una simulación y una denuncia falsa, y se emplean recursos públicos para la búsqueda de este libro. De confirmarse esta hipótesis, estaríamos ante un hecho grave. Evidentemente, el libro estaría intacto y sería un motivo de alegría, pero sería una gran tomadura de pelo que tendría graves consecuencias.
–Usted sospecha que ha sido un robo de oportunidad.
–Es lo más probable. Dadas las escasas medidas de seguridad, alguien aprovechó la ocasión y se llevó el libro.
–Se ha insistido en un robo por encargo.
–Porque es una pieza muy importante. Ese es el motivo de que se hable de una alta especialización del robo.
–¿El Códice corre peligro?
–En un robo por encargo se supone que la persona que quiere poseer ese libro ha hecho un esfuerzo económico importante para tenerlo y que seguramente tiene el juicio y los elementos suficientes para mantenerlo en buen estado. En un robo por oportunidad, es muy probable que el libro caiga en manos de terceras personas que no tienen ni conocimientos ni capacidad para mantenerlo, conservarlo y custodiarlo debidamente, con lo cual la integridad del libro corre peligro.
–Se dice que estaría ya fuera de España.
–Incluso si fuese un robo especializado, ¿por qué no puede estar en Santiago de Compostela? ¿Por qué no puede alguien ocultarlo cerca del sitio y dejar que pase el tiempo suficiente para que baaje la presión mediática y policial para llevárselo.
–El robo estaba muy fácil.
–Si me tengo que atener a lo que publica la prensa —porque no conozco las diligencias policiales—evidentemente, las condiciones de seguridad que establecen el reglamente y la ley de seguridad privada no se estaban cumpliendo.
–¿Deja en evidencia a la Iglesia lo ocurrido?
–Claro que ha quedado en evidencia, puesto que el libro está en paradero desconocido. Siempre puede producirce un robo, pero es evidente que la catedral no había un dispositivo de seguridad ni contaba con medio adecuado ni especialistas para la vigilancia, ¿o es que aquí todo el mundo hace de todo y de seguridad y medicina todos opinan?
–¿Cree que se podría recuperar bajo secreto de confesión?
–Siempre. Si una persona llega a un confesionario, se confiesa autor del robo y entrega el libro, el sacerdote se mantendría estrictamente dentro del Derecho Canónigo y, desde luego, no iba a revelarlo.
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