Rompen el tapón del combustible, introducen una manguera, succionan el gasoil y colocan el otro extremo en el interior de una garrafa. El método es sencillo y sus autores casi siempre salen impunes de su acción. Los camioneros sufren en los últimos meses una oleada de asaltos a sus vehículos, aparcados por la noche en polígonos industriales. La zona que localiza últimamente un número mayor de asaltos en las últimas semanas es Fuente del Jarro de Paterna.El último robo se produjo el sábado. Los vigilantes de seguridad del polígono vieron, sobre las ocho y media de la tarde, unos bidones colocados junto a uno de los camiones estacionados. "No había nadie junto al vehículo, solamente las garrafas, pero enseguida pudimos localizar al individuo que había cometido el robo". Tras sorprender al presunto autor, los vigilantes privados avisaron a la policía, que se lo llevó en calidad de detenido. No es el primer acusado por esta acción, que se ha multiplicado en los últimos meses en el polígono Fuente del Jarro. "Hace poco localizamos 300 litros de gasoil en garrafas pero los que cometieron el robo huyeron", explica uno de los vigilantes de la zona.El sistema es tan fácil que ni siquiera es necesario que el ladrón se quede junto al camión. "Calculan el tiempo de llenado del bidón y vuelven para sustituirlo por otro vacío", comentan. Así como los robos se suelen producir en los polígonos industriales por la noche, cuando la zona se vacía de trabajadores, en el caso de Fuente del Jarro se suceden a media tarde. "Esperan a que se haga de noche, en esa hora en la que todavía hay gente por la zona, ya que así pasan más desapercibidos para nosotros", dice uno de los vigilantes."Dejo el camión en Fuente del Jarro porque en este polígono hay vigilancia privada", dice un camionero, que asegura que sabe de muchos compañeros que han sufrido robos en los últimos meses.En total, los vigilantes del polígono calculan que hay estacionados en las calles de la zona industrial cerca de 500 vehículos pesados. "Las empresas son pequeñas y no tienen suficiente espacio para el aparcamiento de camiones, por eso muchos se quedan fuera".La policía local de Paterna ha reforzado la vigilancia para evitar los robos, que en otros polígonos se ha extendido al GPS del vehículo, a la carga o incluso se han llevado trailers enteros, como ya sucedió en la zona industrial de Rafelbunyol. El alcalde de este municipio, tras reunirse con el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, incrementó la vigilancia policial para que los camioneros estuvieran más seguros.Desde la Federación Valenciana de Empresarios Transportistas explicaba su presidente, Francisco Corell, que se han sufrido bastantes robos, que se iniciaron el pasado año. "Tuvimos una oleada en las zonas industriales de la autovía A-3. Ahora parecía que se había calmado, pero la falta de estacionamiento para camiones dificulta la vigilancia, ya que muchos tienen que aparcar en zonas apartadas de los cascos urbanos". Según los vigilantes de Levantina de Seguridad del polígono Fuente del Jarro, el aumento de robos de gasoil se puede deber a que con la crisis se multiplican los asaltos. Además, en el mercado negro se puede vender fácilmente el combustible.Alboraya también sufrió este verano los estragos de una oleada de robos de gasoil en camiones. Un transportista denunció que le habían sustraído 300 litros de combustible este verano. Cuando llegó por la mañana tenía el tapón del depósito roto.Sin denuncia Sin embargo, en la mayoría de los casos los camioneros no denuncian, porque quizás les han extraído 20 o 30 litros de gasoil, y no vale la pena ir hasta la comisaría por el escaso importe de lo robado. La última detención se había producido hace dos semanas, cuando la Policía Nacional detuvo a cuatro jóvenes rumanos acusados de robar combustible de varios vehículos en la calle Río Bidasoa de Valencia. Los individuos fueron arrestados sobre las dos de la madrugada después de que los agentes que patrullaban por la zona observaran una maniobra sospechosa de uno de ellos. El joven dejó algo en el suelo y se alejó en un vehículo.Los policías intervinieron tres alicates, dos destornilladores, un trozo de manguera de un metro, una garrafa que contenía unos cinco litros de gasoil, tres garrafas de plástico con restos de combustible y dos tapones de depósitos de combustible de vehículos. Posteriormente, los agentes localizaron en las inmediaciones dos camiones y dos coches a los que le faltaba el tapón del combustible o lo tenían roto.
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