Las acusadas fueron condenadas por la riña en la que usaron un objeto puntante y un zapato
B. P. PALMA. La Policía Nacional montó ayer un dispositivo especial de seguridad durante un juicio por una pelea entre dos mujeres, cuyas familias se encuentran enemistadas. La vista oral, en la que estuvo presente en todo momento un agente, se celebró con total normalidad y en un corto espacio de tiempo, ya que ambas acusadas llegaron a una conformidad. En los pasillos de los juzgados de Vía Alemania también se desplegaron los efectivos de la Policía, junto con el vigilante de seguridad.Las dos mujeres fueron condenadas por la reyerta en la que utilizaron un objeto punzante y un zapato de tacón como armas. Una de las encausadas aceptó una pena de un año de prisión por un delito de lesiones, además de una indemnización de 1.300 euros. Mientras, su contrincante, fue condenada a una multa por dos faltas de lesiones y también tendrá que pagar una indemnización total de 600 euros.Los hechos se remontan al pasado 25 de diciembre de 2006, aproximadamente a las seis de la mañana, cuando una de las sospechosas se hallaba con su esposo y la hermana de este en las cercanías de la calle Cabo Blanco, en Palma. La mujer inició una discusión con una adolescente, de 16 años, en el transcurso de la cual intervino la madre de la menor, también acusada. Las dos mujeres empezaron a pelearse y, durante el forcejeo, la primera de ellas agredió a la otra con un objeto punzante causándole heridas en la zona dorsal y en la parte posterior del hemitórax. Estas lesiones afectaron a partes blandas sin llegar a la musculatura dorsal, según la fiscal.La afectada entonces agredió con su zapato de tacón al marido de la primera y a la otra familiar, a quien causó heridas de diversa consideración. Debido a los zapatazos, sufrieron policontusiones y escoriaciones en el rostro, pecho y espalda.
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