‘Málaga, segunda provincia de Andalucía en robos a comercios’; ‘El aumento de la criminalidad en Málaga crece un 4% en 2007’; ‘La Guardia Civil destina 1.000 agentes más a la provincia para frenar la delincuencia’. Estos son sólo algunos de los titulares aparecidos en la prensa local en los últimos tiempos. La crisis económica, que ha azotado con especial virulencia a la provincia, ha derivado en un incremento de los delitos (especialmente robos y hurtos) y en una sensación de inseguridad que se ha asentado en numerosos hogares y empresas. Ante esta situación, las compañías especializadas en sistemas de vigilancia y alarmas afirman que las llamadas se han multiplicado en los últimos tiempos.
«La crisis es igual a robo y delincuencia. Es algo desalentador. Eso el empresario lo sabe y lo que quiere es protegerse», señala Ángel Alarcón, director de desarrollo de negocio de Sistemas de Seguridad 8x8, una compañía malagueña que se centra en la instalación de dispositivos de videovigilancia, sobre todo en empresas.
Algo similar opina Julio Cabello, gerente de Securitas Direct en Marbella, quien añade que también ha habido un cambio en el perfil del cliente: antes llamaban sobre todo nuevos residentes que venían a asentarse en la Costa del Sol y ahora lo hacen vecinos de toda la vida preocupados por la sensación de aumento de la delincuencia. «Casi el cien por cien de las llamadas que recibimos son por el sentimiento de inseguridad que hay», afirma Cabello, que cifra en cerca de 21.000 el número de clientes que tienen contratados servicios de alarma con Securitas Direct.
Demanda al alza
Marc-Oliver Rossi, delegado en Málaga de Prosegur Activa, atribuye al aumento de los asaltos a viviendas, locales y naves industriales la principal razón de que su compañía haya experimentado en lo que va de año un crecimiento del 15% en la contratación de sistemas de alarmas, tanto en el campo residencial como en el comercial. «Cada vez son más las bandas organizadas que irrumpen en los hogares y negocios cuando sus habitantes están dentro. Ya no se trata de la protección de tus bienes, que en sí es importante, sino del tesoro más preciado: la persona y su familia», apunta Rossi.
Los dispositivos de seguridad han evolucionado de manera notable en los últimos años. «El problema es que los sistemas convencionales a veces parece que son de juguetes y saltan con cualquier cosa», indica Ángel Alarcón.
Con sede en Málaga y 17 delegaciones repartidas por toda España, su compañía se ha especializado en sistemas de videovigilancia de última generación, los cuales permiten que haya siempre una persona que pueda controlar qué es lo que sucede en el inmueble y que el cliente mismo pueda acceder a las grabaciones a través de Internet.
Sistemas de Seguridad 8x8 se ha especializado en la protección de pymes, grandes empresas, particulares o administraciones públicas, incluyendo colegios, hospitales, ayuntamientos, puertos deportivos y los palacios de congresos de Marbella y Estepona. Además, hace un par de años firmó un convenio con la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma) para prestar servicio a sus asociados.
Aunque hasta 3.500 de ellos se interesaron por los presupuestos, lo cierto es que la respuesta «tampoco ha sido masiva», según reconoce el propio presidente de Fecoma, Enrique Gil, que resalta que el precio de estos sistemas «todavía está muy por encima de las posibilidades de algunos comerciantes».
Con todo, Alarcón asegura que un dispositivo medio de videovigilancia puede costar menos de 1.000 euros y apunta que su empresa también ofrece otros servicios contra la intrusión como dispositivos volumétricos, control de acceso, arcas de seguridad y cajas fuertes.
Soluciones domóticas
Desde Prosegur destacan que su sistema Activa System permite integrar la seguridad y la domótica residencial, con posibilidades que van desde el control remoto de puertas o el aire acondicionado hasta el control del perímetro de la casa con grabaciones.
Marc-Oliver Rossi, su delegado en Málaga, subraya que aproximadamente 12.000 personas confían en las alarmas de Prosegur. «En estos días la necesidad de seguridad se ha extendido a toda la población y por tanto, ofrecemos soluciones ‘anti-intrusión’ al alcance de todos los bolsillos», sentencia Rossi, cuyo grupo ha alcanzado los 1.513 millones de euros de facturación total en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 12,6% más respecto al mismo periodo en 2007.
Uno de sus principales competidores, Securitas Direct, asegura de que la crisis y la subida de la delincuencia han disparado la contratación de alarmas en lo que va de año (sólo durante el verano se instalaron más de 27.000 dispositivos en toda España). Hay que reseñar que desde el mes de enero hasta octubre más de la mitad de los ‘saltos de alarma’ que recibió la compañía se concentraron en seis provincias: Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla y Málaga. Su gerente en Marbella, Julio Cabello, destaca que su producto estrella incluye equipos vídeo-volumétricos y de micro-escucha que registran cualquier incidencia y permiten la comunicación directa entre el cliente y la central. Además, siempre que quiera el cliente puede acceder a los vídeos a través la propia página web de Securitas.
«El problema que hay por ejemplo en Marbella es que muchas empresas ‘piratas’ montan una alarma que después salta por cualquier cosa y, además, el instalador desaparece», explica el representante de Securitas Direct, quien llama también la atención sobre otro hecho: Cada vez más clientes desean que se controlen los accesos exteriores al inmueble, lo que ha disparado la contratación de sistemas de videocontrol en porches, terrazas y garajes.
Arma de doble filo
A pesar de este incremento de demanda de los últimos tiempos, la crisis también ha tenido consecuencias negativas para las empresas de seguridad. Así, el propio Cabello reconoce que el parón de lo construcción, especialmente en la Costa del Sol, ha provocado que se instalen muchas menos alarmas en viviendas nuevas. No obstante, este nicho de negocio se ha visto compensado, eso sí, por el aumento de otro tipo de clientela. «Las ventas de alarmas no han bajado, pero ahora van para otro mercado», explica.
Algunos estudios indican que el volumen de negocio de la seguridad privada podría sufrir un frenazo en los próximos ejercicios de controlarse los niveles de delincuencia. La innovación tecnológica y la diversificación de la oferta para llegar a todo tipo de cliente potencial serían entonces la tabla de salvación del sector.
Algunos estudios indican que el volumen de negocio de la seguridad privada podría sufrir un frenazo en los próximos ejercicios de controlarse los niveles de delincuencia. La innovación tecnológica y la diversificación de la oferta para llegar a todo tipo de cliente potencial serían entonces la tabla de salvación del sector.
Con la construcción prácticamente parada en la provincia, se ha disparado la demanda de vigilantes de seguridad para aquellas obras que se encuentran en punto muerto. La incesante cascada de promotoras que han entrado en proceso concursal y las dificultades financieras de otras muchas han derivado en numerosos conflictos con los contratistas, que han dejado los pisos a medio terminar y sin nadie que se haga cargo demateriales y equipos.
«Antes sólo se solicitaban vigilantes para las noches y los fines de semana, pero ahora se piden para todo el día», explica Esteban Palomo, director comercial de la compañía malagueña Andasegur. Con una plantilla de unos 25 profesionales, esta empresa reconoce que la demanda se ha incrementado, no sólo en la construcción, sino también en otros segmentos como naves industriales, urbanizaciones privadas o campos de golf. «Sobre todo desde el mes de octubre hemos notado que ha habido un aumento en las peticiones de presupuestos», sostiene el responsable comercial de Andasegur, quien añade que en las semanas cercanas a Navidad siempre se solicitan más servicios de seguridad.
diariosur.es
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