Las autoridades realizaban un simulacro por amenaza de bomba antes de un aterrizaje y se dan de bruces con un caso real · Perros adiestrados olfatearon un posible explosivo
El hallazgo de un sospechoso bolso de señora durante la realización ayer de un simulacro de emergencia por amenaza de bomba en un avión en vuelo, que iba aterrizar en el aeropuerto de Jerez, cambió el guión inicial y transformó la farsa en una alarma real ante el temor a que se produjera un atentado. Las tensas caras de policías y guardias demostraban que se habían pasado malos momentos mientras no se desalojaba el aeropuerto y y se desactivaba el explosivo, y así lo reconocieron varias fuentes, aunque a nivel oficial se le quiso quitar hierro al asunto.Durante el desarrollo del simulacro, que no fue preavisado días antes a la prensa, una mujer se olvidó de su bolso, del cual pendía un trozo de cable "fácilmente detectable", señaló la Policía, y este equipaje fue el que desató la alarma general.Un agente policial encontró el bolso, que estaba en un asiento de la terminal de llegadas, y avisó a sus compañeros ante la posibilidad de que fuera un paquete explosivo. La Guardia Civil, que había desplazado sus perros especializados en la detección de bombas y a los artificieros del Tedax, especialistas en su desactivación, ante el simulacro, acordonó la terminal. La sorpresa fue mayúscula cuando hasta dos perros entrenados en la detección de explosivos dieron 'positivo', es decir, que olfatearon una posible carga, por lo que los artificieros explosionaron el bolso dentro de la misma terminal. Los perros olfatearon glicerina, componente habitual de cremas femeninas, pero también de numerosos explosivos, indicaron fuentes solventes. Tras la detonación controlada los especialistas comprobaron que los restos del bolso eran inocuos, indicó la Guardia Civil .La intervención provocó que los pasajeros de un vuelo de Air Berlin 5366 tuvieran que esperar alrededor de una hora para poder salir del aeropuerto mientras que un aparato de Vueling 5708, procedente de Barcelona y con 60 pasajeros a bordo, tuvo que ser desviado a Sevilla sobre las 12:18 donde aterrizó, para posteriormente volar hasta Jerez, indicó el ente Aeropuertos españoles y navegación aérea (Aena). Tres pasajeros desistieron de continuar el viaje y se quedaron en Sevilla. El comandante anunció por megafonía que el aeropuerto estaba cerrado por una "amenaza terrorista", y tras 40 minutos de espera en Sevilla el vuelo despegó rumbo Jerez .La actividad en el aeropuerto estuvo paralizada más de dos horas, entre las 10:40 horas (cuando comenzó el simulacro) y las 13:15, cuando la Guardia Civil levantó los precintos de la terminal tras recoger los restos para su análisis, tomar huellas y recoger varios inofensivos equipajes olvidados durante el desbarajuste. Minutos después la subdelegación del Gobierno confirmaba que el paquete no era peligroso. Unos 200 pasajeros se vieron afectados por la excepcional situación, indicó Aena, aunque sólo fueron tres vuelos (el Air Berlin era de ida y vuelta a Mallorca) los afectados ya que ayer había pocos programados.El dispositivo congregó a decenas de efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Local, bomberos, vigilantes y todo tipo de ambulancias. La delegada municipal de Seguridad, María del Carmen Martínez, explicó que "se habían activado todos los protocolos ante el simulacro que se realizó en la pista. Sin embargo, la aparición del paquete ha provocado que se extremaran las medidas". Una mujer sufrió una taquicardia.
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