La Fiscalía de Guipúzcoa pide penas que suman siete años de cárcel en cada caso para tres vigilantes de seguridad del centro de ocio donostiarra Illumbe por agredir a un joven en venganza por haberse prestado a la Ertzaintza como testigo de otra paliza que días antes los tres procesados habían propinado a un hombre en ese mismo lugar.
El escrito de acusación provisional señala que los hechos se produjeron sobre las seis de la mañana del 21 de julio de 2007, cuando la víctima presenció cómo dos de los guardas golpeaban a un hombre y se ofreció de testigo a los ertzainas que acudieron para hacerse cargo del asunto.
Una semana después, sobre las 4.30 del 28 de julio, dos de los acusados estaban trabajando en dicho centro de ocio cuando uno de ellos reconoció al joven que se había prestado como testigo. El fiscal precisa que ambos, "de común acuerdo", supuestamente le atacaron y, mientras uno "le pegaba un puñetazo en la boca", otro "le puso el pie en la garganta", y un tercero le golpeaba en la frente al tiempo que decía: "Ahora vas y llamas a la Ertzaintza. Para que aprendas".
La víctima sufrió diversas lesiones. El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de obstrucción a la Justicia y otro de lesiones, por los que pide penas que suman siete años de cárcel para cada uno de los vigilantes y cinco años de inhabilitación profesional. El Ministerio Público demanda que se declare responsable civil subsidiaria a la empresa de los tres guardas.
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