REGIÓN MURCIA
El personal sanitario y administrativo del centro de salud del Infante, en Murcia, se negó ayer por la tarde a acceder a su centro de trabajo durante una hora, hasta que se desplazó un guardia de seguridad a la zona, para denunciar así la situación de «inseguridad» que dicen padecer por las amenazas y agresiones de un enfermo mental. Los facultativos y trabajadores del turno de tarde decidieron salir a las puertas del centro a las tres menos cuarto para denunciar su problema, lo que provocó que el centro de salud no ofreciera atención a los pacientes durante casi una hora, hasta que llegó el agente. La Consejería de Sanidad contrató un servicio temporal de vigilancia por las tardes para dar respuesta a las quejas de pacientes y personal, pero ayer el los facultativos se encontraron sin guardia y, ante las amenazas del paciente, con antecedentes por agresión, decidieron salir del edificio.
Según denunció el doctor Francisco Alcántara, pacientes y personal sufren desde hace meses las «amenazas, insultos y agresiones» de un enfermo mental «muy agresivo y que suele ir armado». El personal del turno de tarde pidió a la gerencia que ampliará el servicio de vigilancia a las tardes. «Lo hicieron durante dos semanas, pero ya han recortado el servicio y sin vigilancia estamos aquí indefensos y en peligro. Yo mismo he visto a ese hombre empujar a pacientes ancianos y no hay derecho».
Fuentes de la Consejería de Sanidad reconocieron ayer que tanto trabajadores como personal del centro han denunciado los problemas de seguridad «puntuales» ocasionados por las amenazas de ese paciente, lo que motivó que se contratara de forma temporal a un vigilante en el turno de tarde. La Consejería mantendrá la vigilancia por la tarde hasta que sea necesario.
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