viernes, 5 de diciembre de 2008

“La mujer en seguridad ofrece una mayor sensación de sensatez”


Con 20 años trabajando en el sector de la seguridad, Asensio ha podido asistir a la evolución del papel de la mujer en este campo


‘Experiencia de la mujer como vigilante de seguridad’. Ese era el título de la ponencia que ayer impartió Helena Asensio, la mujer con más responsabilidad en el sector de seguridad privada en España. Y es que lleva 20 años en el sector, y actualmente trabaja en la empresa Securitas.–¿Cuántas mujeres hay en España dedicadas a la seguridad privada?–Hablamos de unas 10.000 mujeres en toda España, aproximadamente un 13% del sector.–Estas últimas semanas se ha hablado mucho sobre los porteros de discoteca, y se insiste mucho en que quedan fuera del ámbito de la seguridad privada. ¿La mujer queda aún más fuera de esa imagen violenta?–Es una pregunta que me han hecho antes, y es algo en lo que hasta ahora no había caído. Podemos estar algo más alejadas porque en el campo de los porteros de discoteca no hay mujeres, pero claro, no puedo calibrarlo porque no son vigilantes. Dentro de la seguridad privada, cuando hablamos de altercados, la mujer podríamos decir que intimida menos a la gente. Cuando la persona de a pie se topa con un vigilante hombre, es posible que el encontronazo sea más fuerte, mientras que con una mujer puede haber una mayor de paz o seguridad. Ahora, no creo que esté relacionado con el grado de agresividad del hombre o la mujer.–¿La incorporación de la mujer a la seguridad privada va la par que en otras fuerzas de seguridad, o el ritmo es diferente?–Sí, más o menos iría a la par. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen funciones muy similares a las nuestras, de hecho nosotros prácticamente somos sus auxiliares. La integración de las mujeres también es similar. En el año 1978 se creó la primera Guardia Urbana en España, la de Barcelona, y dentro de ello había un grupo especial de mujeres. A fecha de hoy, lo mismo que en la sociedad la igualdad entre hombre y mujer es cada vez mayor, dentro de nuestro sector también se materializa cada vez más.–¿Inspira la mujer la misma autoridad que un hombre?–Creo que sí. En cualquier ámbito de la vida la mujer puede tener la misma autoridad, y es que autoridad no significa gritar más ni pelearte más. Por mi experiencia de 20 años trabajando en el sector, lo que ocurre es totalmente contrario a lo que se puede pensar: cuando hay un amago de pelea, cuando hay un problema en el metro, la gente reconoce perfectamente la autoridad de la mujer, y a menudo creen que va a ser más comprensiva.–¿Todavía encuentra la mujer algún hándicap en el sector?–El único que yo veo es en el transporte de fondos, en blindados. Ahí es donde las mujeres tienen menos acceso. De hecho, creo que sólo el 1% de los vigilantes de seguridad privado tiene acceso a ese trabajo. En Madrid, por ejemplo, hay poquísimas mujeres que se dedican a esto. Por lo demás, no hay problemas para el acceso. De hecho, ya se están llegando a hacer cursos de acceso a la profesión de vigilante de seguridad, porque en ocasiones los clientes demandan mujeres, cosa que hace algunos años era impensable, ya que antes básicamente sólo se contrataban mujeres para los controles de acceso y otros puestos de cara al público. Hoy han cambiado las tornas, y en algunos sitios se demanda más vigilancia femenina que masculina.–Siempre se dice que las pruebas físicas de las mujeres son menos exigentes. ¿Es así?–No son inferiores, sino que son diferentes. Lo único que se hace es sustituir las series de abdominales que tienen que hacer los hombres por pruebas con balón medicinal, siempre en igualdad de condiciones, pero adaptando la prueba porque la envergadura y la resistencia física de un hombre y de una mujer no es la misma. El grado de dificultad es el mismo, sin duda.–¿Qué aporta la mujer en este mundo?–Sensatez, feminidad, algo muy necesario para este sector y para la sociedad en general, y, sobre todo, paciencia y calma.
elfarodigital.es

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