martes, 28 de diciembre de 2010

La seguridad es el desafío de los JJ.OO. de Río Janeiro 2016

Para el COI es "el mayor problema" y espera soluciones

La seguridad de Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos en 2016 y dos años antes 'corazón' del Mundial de fútbol, se ha convertido en una preocupación internacional desde que la metrópolis brasileña, de más de 6 millones de habitantes sin contar los suburbios circundantes, fuera elegida como sede de los Juegos.

Miembros de la policía izan la bandera del Brasil para simbolizar
la toma de un conjunto de favelas en los enfrentamientos del pasado mes
Desde entonces, el Gobierno regional ha intensificado su política de ocupar policialmente varias de las mil favelas de la ciudad, que estaban en manos de bandas armadas de narcotraficantes. Algunos de esos enfrentamientos coparon en las pasadas semanas los informativos de todo el mundo.
El Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha prometido recursos adicionales para la seguridad de Río de Janeiro antes y durante los Juegos Olímpicos, y los organizadores de los distintos eventos se muestran optimistas.
"Puedo asegurar a la comunidad internacional que en Río de Janeiro reinará la normalidad para realizar la Copa Confederaciones 2013 y el Mundial 2014", dijo la pasada semana el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, en relación a los últimos enfrentamientos, que dejaron casi 40 muertos. El presidente del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Nuzman, también manda un mensaje de optimismo: "Tenemos plena confianza en el proyecto de pacificación en Río de Janeiro".
Los datos oficiales dejan cifras para la preocupación: 7.027 muertes violentas desde enero a noviembre de 2009 en el estado de río, de ellos 1.137 supuestos delincuentes, según un informe del Instituto de Seguridad pública Regional. 'Human Rights Watch, organización defensora de los derechos humanos, publicó otro informe en el que cifraba en 11.000 las personas muertas en enfrentamientos con la Policía de Río y Sao paulo en los últimos cinco años.
El legendario estadio de Maracaná, cerrado en la actualidad por su remodelación, se encuentra, al igual que muchas favelas, en el norte de la ciudad. Ahí se disputará la final mundialista y se inaugurarán los Juegos de 2016. Hace un año, dos bandas rivales se enfrentaron cerca del estadio, dejando un saldo de 30 muertos. La lucha contra la criminalidad no se puede solucionar mágicamente, dijo entonces el gobernador de Río, Sérgio Cabral, pero las autoridades confían en las nuevas Unidades de Policía Pacificadora, que combinan presencia policial con programas socioculturales.
Río conoce el sentir del Comité Olímpico Internacional (COI) y sus prioridades. Su presidente, Jacques Rogge, recalcó el mes pasado que la seguridad es el desafío de los Juegos. "Es el mayor problema", dijo el dirigente belga a la revista brasileña Lance, "pero creo que Río es capaz de garantizar la seguridad en 2016"
  


 
Fuente: El Mundo Deportivo
08/12/10

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