omisario jefe de la Policía en la provincia de Toledo,Francisco Herrero
Francisco Herrero comenzó su ejercicio profesional como Policía Nacional en Pamplona, donde participó en dos unidades de reserva. Fue en 1992 cuando llegó a Toledo, donde ha desarrollado su carrera prácticamente siempre en el área de Seguridad Ciudadana, la que patrulla por la calle, la más cercana al vecino. Mandaba la Brigada, cuando en 2007 aprobó la oposición de comisario y fue trasladado a Talavera de la Reina. Allí, Herrero ha ejercido durante tres años, hasta que el pasado día 17 volvía a Toledo, ya como nuevo comisario provincial.
¿Cómo ha sido su retorno a Toledo?
Policialmente, ha habido un cambio, porque Toledo y Talavera de la Reina son ciudades diferentes. Una tiene la carga de la capitalidad regional, con todo lo que lleva implícito en materia de orden público, visitas y manifestaciones. Y en Talavera de la Reina uno se puede dedicar al cien por cien a la lucha contra la delincuencia. Yo no voy a inventar ahora lo que es la Policía, pero sí voy a intentar cambiar ciertas cosas en las que creo profundamente, como el sistema de participación ciudadana o de prevención. En Talavera de la Reina intenté sacar muchas patrullas a la calle, aunque a veces no se ven, porque salen de paisano. Intentaré hacer un mínimo de reorganización interna. Pero aquí no hay nadie imprescindible y vengo a aportar, como el entrenador de un equipo, para que el equipo funcione bien, con los de aquí, y también con los de fuera.
Aunque como jefe provincial no va a dejar del todo esa comisaría, ¿va a echar de menos Talavera?
Yo nunca había estado destinado a Talavera, pero sentimentalmente me ha unido algo a ella. He encontrado una comisaría muy buena, con gente muy joven. Y sobre todo, me he encontrado con el calor de la gente de Talavera, que hace mucho más fácil el trabajo.
Tras su paso por la Brigada de Seguridad Ciudadana, ¿le será fácil retomar el contacto con la sociedad toledana?
Es un trabajo que me encanta. Yo soy de los que creen profundamente en una cuestión, que es la prevención, que nace en el área de Seguridad Ciudadana. Vamos a tratar de que no se cometa el delito, y eso se hace teniendo patrullas de uniforme y patrullas de paisano.
Precisamente, muchos vecinos piden al Ayuntamiento más Policía en la calle para evitar delitos. ¿Es esa su filosofía?
Esa es la sensación subjetiva de seguridad que tiene el ciudadano. Yo creo tanto en el patrullaje de uniforme, como en el de paisano. De hecho, los policías de paisano claramente hacen muchas más detenciones, porque el delincuente no es tonto y en cuando que ve un coche rotulado va de allí.
En consecuencia, ¿su nombramiento supondrá un impulso a la colaboración entre Policía y vecinos?
Sin duda, porque creo profundamente en ello. Nosotros creamos hace años en el Cuerpo Nacional de Policía la figura del delegado de Participación Ciudadana. Su misión no es hablar para quedar bien, sino que creemos que de esa relación va a nacer la prevención. El ciudadano es el usuario de la seguridad, es el que manda, no es nuestro cliente, es nuestro dueño. A los ciudadanos nos debemos. En el momento en el que nosotros contactamos con las asociaciones de vecinos, los medios de comunicación, o los empresarios buscamos el impulso, porque creemos firmemente que la prevención nace de la participación. Cuatro ojos ven más que dos.
¿Qué quiere que haga el ciudadano en esta labor de prevención?
Hay gente que dice «¿para qué voy a molestar a la Policía?». Nosotros no queremos hacer de cada ciudadano un policía, porque es una misión nuestra. Pero ¿quién es el principal usuario de la seguridad y el que se va a beneficiar de ella? El ciudadano. ¿Cuesta mucho trabajo levantar el teléfono y llamar al 091, que es gratuito? Si saco el parte de ayer, veo gente que ha visto unos individuos con un casete con los cables colgando, o a otros a la puerta del banco. Nosotros inmediatamente desplazamos allí una patrulla y en nada de tiempo estamos allí. Si es una alarma de verdad, hemos prevenido y, si no, pedimos disculpas y nos vamos. Deseamos que la gente nos llame, que tengan claro que no molestan a nadie. En el 091 siempre van a encontrar una voz amiga.
¿Sería una solución cerrar el polígono industrial para evitar los robos?
Desde el punto de vista operativo, estoy completamente de acuerdo con cerrar el polígono. La Subdelegación del Gobierno nos pidió un informe, y nosotros hemos dado el visto bueno. Hay que reconocer que operativamente, en los sitios donde se ha producido este hecho, la delincuencia ha bajado.
¿Y seguridad privada?
¿Qué sería hoy la sociedad sin la seguridad privada? La seguridad privada no es más que un complemento a la seguridad pública, que hoy no puede llegar a todas partes. Perfectamente podría ayudar en el polígono.
¿Qué consejos puede dar para evitar los robos en viviendas que se están produciendo últimamente en la ciudad y su alfoz?
El ciudadano debe saber que si nos llama cuando ve a alguien sospechoso, no nos está haciendo un favor a la Policía, sino a sí mismo o a sus vecinos. Porque cuando hay un robo con fuerza en un establecimiento y se rompe un escaparate, ¿realmente no lo oye nadie? A veces nos enclaustramos en nuestra propia cueva y no nos damos cuenta que pasado mañana nos puede tocar a nosotros. Para evitar robos en el domicilio existen unos consejos publicados permanentemente en la web de la Policía. Pero hay que tener en cuenta que tener la vivienda blindada al cien por cien es imposible. El delito es consecuente con la naturaleza humana, si no viviríamos en una isla que se llama utopía. Y entre la seguridad y la libertad siempre hay un equilibrio, que trata de conseguir la Policía.
¿Han notado un incremento en este tipo de delitos?
Hay muchos tipos de delitos, pero los de robo con fuerza en una vivienda es de los que hacen más daño, porque uno sufre la afrenta dentro de su espacio más íntimo. Es el que puede causar una inquietud más grande. Pero realmente, si comparamos el número de robos de vivienda con el global de delitos, es un mínimo. Además, nosotros en Toledo seguimos gozando de una tasa de criminalidad de las más bajas de España, y España está diez puntos por debajo de los países europeos.
Pero sí está subiendo el robo de cobre.
Se trata puramente de una cuestión económica. La materia prima se ha encarecido. Nosotros tenemos planes contra el robo de cobre. Estamos deteniendo a gente. Aparte de la prevención, tenemos que estar pendientes de los lugares donde lo venden y los frutos de esa venta.
¿Cuáles son los delitos más frecuentes en Toledo?
Hoy en día la delincuencia está cortada más o menos por el mismo patrón. Toledo, al tener una característica de ciudad turística, la hace diferente, por ejemplo a Talavera de la Reina. Tiene alguna delincuencia propia de ciudades turísticas, como el intento de hurto a los extranjeros. Ahí contamos a veces con la colaboración de los guías turísticos.
¿A qué se deben los menores índices de delincuencia en Toledo?
La delincuencia ya no es localizada y autóctona. Antes los chorizos de Toledo eran los chorizos de Toledo. Pero hoy se ha generalizado el uso del vehículo, existe una globalización. En Toledo podría haber una delincuencia más elevada por las buenas comunicaciones con Madrid, que es un foco para lo bueno y lo malo, y el efecto frontera es importante. Dentro de eso, nosotros tenemos una ciudad tranquila. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: mi madre en Madrid se agarra el bolso por delante, y en Toledo va tan tranquila. A algo se deberá, a esa sensación subjetiva, que luego es objetiva, viendo los números reales del número de delitos en la mano.
Últimamente están saliendo muchas noticias de delitos cometidos por menores en la ciudad. ¿Hay un aumento de este tipo de delincuencia o sólo es una sensación?
La propia sociedad ha cambiado. Antes los menores tenían que regresar a casa a las diez de la noche y ahora hay una mayor permisibilidad para el menor. El menor tiene más información y es consciente de sus limitaciones y de sus derechos.
Como no es la misma pena que cometa un delito un menor que un mayor de edad, eso puede haber influido; que más que un aumento de delitos por menores, yo diría que es una sensación. Porque luego nos tenemos que ir a ver los números y a veces no corresponde a la realidad. Porque en el colegio siempre ha habido peleas, lo que pasa es que antes no se publicaba, y ahora sí. Ahora a lo mejor hay más publicidad de una pelea en Recaredo porque hay más publicidad, y porque se trata de que Policía y medios cuenten a la ciudadanía lo que existe.
¿En qué situación se ha encontrado la Comisaría de Toledo?
Está muy bien situada, en un barrio ideal para comunicarnos. Tenemos unas instalaciones que no son viejas. Ojalá muchas comisarías de España estén en la situación que estamos nosotros.
¿Hay suficientes efectivos?
Si me traen cincuenta policías más a Toledo, los vamos a dar trabajo. Pero tenemos que tener un equilibrio ente la población, la actividad delincuencial y los servicios policiales. Creo que ahora no estamos en mala ratio. Aunque si nos vienen más efectivos, no hay problema.
¿En qué está favoreciendo su labor la recién incorporada Unidad de Prevención y Reacción?
La UPR llegó a Toledo hace unos meses. Está en manos del jefe superior de la región, y puede desplazarla a cualquier parte de Castilla-La Mancha, pero básicamente actúa en Toledo. Tiene una función preventiva extraordinaria. No es una función agresiva, al contrario, pero que permite dar una sensación de actividad policial. Apoya al servicio con personas extranjeras, y también se encarga de las concentraciones y manifestaciones en la capital regional. La unidad funciona muy bien.
¿Cómo ha sido su retorno a Toledo?
Policialmente, ha habido un cambio, porque Toledo y Talavera de la Reina son ciudades diferentes. Una tiene la carga de la capitalidad regional, con todo lo que lleva implícito en materia de orden público, visitas y manifestaciones. Y en Talavera de la Reina uno se puede dedicar al cien por cien a la lucha contra la delincuencia. Yo no voy a inventar ahora lo que es la Policía, pero sí voy a intentar cambiar ciertas cosas en las que creo profundamente, como el sistema de participación ciudadana o de prevención. En Talavera de la Reina intenté sacar muchas patrullas a la calle, aunque a veces no se ven, porque salen de paisano. Intentaré hacer un mínimo de reorganización interna. Pero aquí no hay nadie imprescindible y vengo a aportar, como el entrenador de un equipo, para que el equipo funcione bien, con los de aquí, y también con los de fuera.
Aunque como jefe provincial no va a dejar del todo esa comisaría, ¿va a echar de menos Talavera?
Yo nunca había estado destinado a Talavera, pero sentimentalmente me ha unido algo a ella. He encontrado una comisaría muy buena, con gente muy joven. Y sobre todo, me he encontrado con el calor de la gente de Talavera, que hace mucho más fácil el trabajo.
Tras su paso por la Brigada de Seguridad Ciudadana, ¿le será fácil retomar el contacto con la sociedad toledana?
Es un trabajo que me encanta. Yo soy de los que creen profundamente en una cuestión, que es la prevención, que nace en el área de Seguridad Ciudadana. Vamos a tratar de que no se cometa el delito, y eso se hace teniendo patrullas de uniforme y patrullas de paisano.
Precisamente, muchos vecinos piden al Ayuntamiento más Policía en la calle para evitar delitos. ¿Es esa su filosofía?
Esa es la sensación subjetiva de seguridad que tiene el ciudadano. Yo creo tanto en el patrullaje de uniforme, como en el de paisano. De hecho, los policías de paisano claramente hacen muchas más detenciones, porque el delincuente no es tonto y en cuando que ve un coche rotulado va de allí.
En consecuencia, ¿su nombramiento supondrá un impulso a la colaboración entre Policía y vecinos?
Sin duda, porque creo profundamente en ello. Nosotros creamos hace años en el Cuerpo Nacional de Policía la figura del delegado de Participación Ciudadana. Su misión no es hablar para quedar bien, sino que creemos que de esa relación va a nacer la prevención. El ciudadano es el usuario de la seguridad, es el que manda, no es nuestro cliente, es nuestro dueño. A los ciudadanos nos debemos. En el momento en el que nosotros contactamos con las asociaciones de vecinos, los medios de comunicación, o los empresarios buscamos el impulso, porque creemos firmemente que la prevención nace de la participación. Cuatro ojos ven más que dos.
¿Qué quiere que haga el ciudadano en esta labor de prevención?
Hay gente que dice «¿para qué voy a molestar a la Policía?». Nosotros no queremos hacer de cada ciudadano un policía, porque es una misión nuestra. Pero ¿quién es el principal usuario de la seguridad y el que se va a beneficiar de ella? El ciudadano. ¿Cuesta mucho trabajo levantar el teléfono y llamar al 091, que es gratuito? Si saco el parte de ayer, veo gente que ha visto unos individuos con un casete con los cables colgando, o a otros a la puerta del banco. Nosotros inmediatamente desplazamos allí una patrulla y en nada de tiempo estamos allí. Si es una alarma de verdad, hemos prevenido y, si no, pedimos disculpas y nos vamos. Deseamos que la gente nos llame, que tengan claro que no molestan a nadie. En el 091 siempre van a encontrar una voz amiga.
¿Sería una solución cerrar el polígono industrial para evitar los robos?
Desde el punto de vista operativo, estoy completamente de acuerdo con cerrar el polígono. La Subdelegación del Gobierno nos pidió un informe, y nosotros hemos dado el visto bueno. Hay que reconocer que operativamente, en los sitios donde se ha producido este hecho, la delincuencia ha bajado.
¿Y seguridad privada?
¿Qué sería hoy la sociedad sin la seguridad privada? La seguridad privada no es más que un complemento a la seguridad pública, que hoy no puede llegar a todas partes. Perfectamente podría ayudar en el polígono.
¿Qué consejos puede dar para evitar los robos en viviendas que se están produciendo últimamente en la ciudad y su alfoz?
El ciudadano debe saber que si nos llama cuando ve a alguien sospechoso, no nos está haciendo un favor a la Policía, sino a sí mismo o a sus vecinos. Porque cuando hay un robo con fuerza en un establecimiento y se rompe un escaparate, ¿realmente no lo oye nadie? A veces nos enclaustramos en nuestra propia cueva y no nos damos cuenta que pasado mañana nos puede tocar a nosotros. Para evitar robos en el domicilio existen unos consejos publicados permanentemente en la web de la Policía. Pero hay que tener en cuenta que tener la vivienda blindada al cien por cien es imposible. El delito es consecuente con la naturaleza humana, si no viviríamos en una isla que se llama utopía. Y entre la seguridad y la libertad siempre hay un equilibrio, que trata de conseguir la Policía.
¿Han notado un incremento en este tipo de delitos?
Hay muchos tipos de delitos, pero los de robo con fuerza en una vivienda es de los que hacen más daño, porque uno sufre la afrenta dentro de su espacio más íntimo. Es el que puede causar una inquietud más grande. Pero realmente, si comparamos el número de robos de vivienda con el global de delitos, es un mínimo. Además, nosotros en Toledo seguimos gozando de una tasa de criminalidad de las más bajas de España, y España está diez puntos por debajo de los países europeos.
Pero sí está subiendo el robo de cobre.
Se trata puramente de una cuestión económica. La materia prima se ha encarecido. Nosotros tenemos planes contra el robo de cobre. Estamos deteniendo a gente. Aparte de la prevención, tenemos que estar pendientes de los lugares donde lo venden y los frutos de esa venta.
¿Cuáles son los delitos más frecuentes en Toledo?
Hoy en día la delincuencia está cortada más o menos por el mismo patrón. Toledo, al tener una característica de ciudad turística, la hace diferente, por ejemplo a Talavera de la Reina. Tiene alguna delincuencia propia de ciudades turísticas, como el intento de hurto a los extranjeros. Ahí contamos a veces con la colaboración de los guías turísticos.
¿A qué se deben los menores índices de delincuencia en Toledo?
La delincuencia ya no es localizada y autóctona. Antes los chorizos de Toledo eran los chorizos de Toledo. Pero hoy se ha generalizado el uso del vehículo, existe una globalización. En Toledo podría haber una delincuencia más elevada por las buenas comunicaciones con Madrid, que es un foco para lo bueno y lo malo, y el efecto frontera es importante. Dentro de eso, nosotros tenemos una ciudad tranquila. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: mi madre en Madrid se agarra el bolso por delante, y en Toledo va tan tranquila. A algo se deberá, a esa sensación subjetiva, que luego es objetiva, viendo los números reales del número de delitos en la mano.
Últimamente están saliendo muchas noticias de delitos cometidos por menores en la ciudad. ¿Hay un aumento de este tipo de delincuencia o sólo es una sensación?
La propia sociedad ha cambiado. Antes los menores tenían que regresar a casa a las diez de la noche y ahora hay una mayor permisibilidad para el menor. El menor tiene más información y es consciente de sus limitaciones y de sus derechos.
Como no es la misma pena que cometa un delito un menor que un mayor de edad, eso puede haber influido; que más que un aumento de delitos por menores, yo diría que es una sensación. Porque luego nos tenemos que ir a ver los números y a veces no corresponde a la realidad. Porque en el colegio siempre ha habido peleas, lo que pasa es que antes no se publicaba, y ahora sí. Ahora a lo mejor hay más publicidad de una pelea en Recaredo porque hay más publicidad, y porque se trata de que Policía y medios cuenten a la ciudadanía lo que existe.
¿En qué situación se ha encontrado la Comisaría de Toledo?
Está muy bien situada, en un barrio ideal para comunicarnos. Tenemos unas instalaciones que no son viejas. Ojalá muchas comisarías de España estén en la situación que estamos nosotros.
¿Hay suficientes efectivos?
Si me traen cincuenta policías más a Toledo, los vamos a dar trabajo. Pero tenemos que tener un equilibrio ente la población, la actividad delincuencial y los servicios policiales. Creo que ahora no estamos en mala ratio. Aunque si nos vienen más efectivos, no hay problema.
¿En qué está favoreciendo su labor la recién incorporada Unidad de Prevención y Reacción?
La UPR llegó a Toledo hace unos meses. Está en manos del jefe superior de la región, y puede desplazarla a cualquier parte de Castilla-La Mancha, pero básicamente actúa en Toledo. Tiene una función preventiva extraordinaria. No es una función agresiva, al contrario, pero que permite dar una sensación de actividad policial. Apoya al servicio con personas extranjeras, y también se encarga de las concentraciones y manifestaciones en la capital regional. La unidad funciona muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario