martes, 21 de diciembre de 2010

El planteamiento del Gobierno en materia de pensiones es injusto, innecesario, estéril y puede provocar una escalada de la conflictividad social

El Secretario General de UGT, Cándido Méndez, ha afirmado hoy que el Gobierno, “en las explicaciones de lo que pretende hacer en materia de pensiones, está reconociendo explícitamente que pretende imponer la edad obligatoria de jubilación a los 67 años, lo que, en situación a la relación actual, supone un recorte”.
Cándido Méndez ha realizado estas declaraciones en la jornada “Análisis e investigación sobre los riesgos psicosociales” organizada por UGT, donde ha manifestado que el planteamiento del Gobierno en materia de pensiones “es injusto, innecesario y estéril, y puede provocar una escalada de la conflictividad y una elevación de la discrepancia de la mayor parte de la sociedad”.
Además, ha considerado que “el Gobierno toma estas medidas por el empuje de los mercados, aunque diga lo contrario, porque la sostenibilidad de las pensiones a medio plazo era igual antes de febrero que después. El Gobierno ha dado un giro copernicano en su discurso, y su objetivo no es tanto la sostenibilidad de las pensiones como recortarlas para tranquilizar a los mercados financieros”.
En este sentido, ha manifestado que, “hasta el día de hoy, en el Parlamento ha cosechado una fuerte discrepancia, por lo que lo razonable sería rectificar la posición y volver al espíritu del Pacto de Toledo, siguiendo el camino ya trazado de cinco acuerdos en materia de pensiones. Este no es el camino, y el Gobierno debería cambiar el rumbo”.
 

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