Lo escoltas privados, que en Navarra suponen el 95% del total y un 8% son mujeres, denuncian que no se cumplen los requisitos de seguridad mínimos,la coordinación con la Policía es lenta, pasan demasiadas horas en la calle y el sueldo se ha reducido un 40%.
De los 12.000 euros que el Ministerio da a cada empresa de seguridad privada por escolta, éstos reciben unos 2.500 netos.
Los coches son de alquiler, las armas están viejas, los cursos de formación son escasos o sufragados por ellos mismos.
Estos profesionales denuncian que los vehículos no cumplen los requisitos mínimos de seguridad y reivindican la dotación de una defensa extensible como arma intermedia.
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