martes, 22 de diciembre de 2009

"Chorizos ibéricos" en las tiendas y ladrones aficionados por Navidad


Trabajan a mediodía, ocultan la «mercancía» en el abrigo y logran salir cargados de productos pequeños, pero caros.
Sólo las cámaras de seguridad captan lo que pasa desapercibido al ojo humano: que un hombre haya sido capaz de salir de un centro comercial con un carro cargado con mercancía por valor de cientos de euros sin ser visto. Según el Barómetro Mundial del Hurto, la cantidad perdida por los comercios españoles debido a estos delitos superó los 2.800 millones de euros en el último año.
La crisis ha influido en un aumento del robo «amateur», es decir, aquellos que roban por impulso para hacerse con artículos de uso cotidiano, aunque son las bandas organizadas quienes lideran estos delitos. Así, los hurtos han crecido un 3,8% con respecto a 2008. Pero al escenario de recesión hay que sumarle la llegada de la Navidad. La última encuesta realizada por la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc) refleja que el 72% de los comerciantes asegura que el número de hurtos crece durante estas fechas. La preocupación es evidente.



«Alto riesgo»
«Es un periodo de alto riesgo, principalmente debido al mayor tráfico de clientes», comenta Susana Velasco, responsable de Estudios y Proyectos de Aecoc, que afirma que «los organismos policiales dotan en estas fechas de más recursos a los comercios».
Es más, los ladrones también tienen una hora favorita para «actuar»: durante el mediodía, «cuando se produce el cambio de personal y hay menos empleados», dice Velasco. Las aglomeraciones pueden provocar el descuido de los dependientes.
¿Y qué roban? Principalmente artículos de cosmética y maquillaje, cuchillas de afeitar, perfumes, bebidas alcohólicas y charcutería «etiqueta negra». Productos pequeños pero caros, que pueden ser fácilmente «introducidos en un mercado paralelo».
Pero la mayor parte de robos no los perpetran particulares; son bandas organizadas. «En España no existe el robo por necesidad. Se roba para revender», comenta Mariano Tudela, director general de Checkpoint Systems, patrocinador del Barómetro Mundial del Hurto. «Un alto porcentaje de los detenidos por la Policía pertenecen a bandas. Ellos son los que causan los grandes destrozos: no te roban una chaqueta; se llevan 20», comenta. Y el invierno es una mala época, debido al uso de abrigos y pantalones anchos. «Pueden cargarse de embutidos ibéricos, de entre 60 y 70 euros cada uno, o incluso de jamones enteros, poniéndoselos alrededor de la cintura. Una persona puede llevar hasta 15», añade.
El proceder más habitual de las bandas consiste en robar un carro de compra repleto de productos.
Aprovechando que una de las cajas del comercio está cerrada, uno de los ladrones deja momentáneamente el carro aparcado en la zona, mientras que otro, «con cautela, disimulo y sangre fría», se lo lleva. Una vez que se hacen con la mercancía, lo habitual «es revenderla a particulares en mercadillos o en el Canal Horeca», una agrupación de la administración servicios en hostelería, restaurantes y cátering.
Aumento de faltas

Aunque «pillan» a muchos ladrones, en ocasiones sirve de poco. «Sólo se considera delito si se les atrapa con 400 euros encima. Si no, se queda en una falta», apunta Velasco.
Así, las detenciones sólo se saldan con una sanción administrativa. «Hemos contrastado que han aumentado el número de denuncias por faltas», afirma Tudela. Por ello, desde Aecoc se aboga por «endurecer las leyes. De hecho, colaboramos con las autoridades para ser más eficientes». Porque, al final «entre todos banalizamos el problema del hurto». Un dato para convencerse: cada familia paga al año 152 euros por las pérdidas. «En plena crisis, el distribuidor ha de protegerse y, aquello que le roban, lo carga en un “impuesto indirecto” para las familias», dice Tudela.
El 28,4% los realizan los propios empleados


Según el Barómetro Mundial del Hurto, entre julio de 2008 y julio de 2009, el 28,4% de los robos en los comercios fueron perpetrados por sus propios empleados. Una cifra levemente inferior a la del pasado año, que fue de un 28,7%. «Hablamos del robo en caja», comenta Mariano Tudela, de Checkpoint Systems. «Por ejemplo, una cajera que esté conchabada con un cliente puede hacer mucho daño», añade. La cifra aportada por el Barómetro no difiere mucho de la reflejada por la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), que estima que un 26,6% de los hurtos viene de los empleados. También hay un porcentaje de robos que corresponde a los propios proveedores, que, según Checkpoint, estaría cifrado en un 7,7%.
Aecoc señala que el 22% de esa «pérdida desconocida» que sufren los comercios se registra en las actividades logísticas y de transporte (un 8,3% durante el transporte y el 13,7% restante en los almacenes o centros de distribución). El 78% se produciría en los puntos de venta. «La formación en los empleados es muy importante y los comercios optan por concienciarlos más», apuntan en Aecoc.
Fuente: La Razón

19/12/09
Suplemento Temático: Seguridad en Centros Comerciales

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