La Ertzaintza detuvo al chico después de que se perdiera en un túnel tras verse implicada su cuadrilla en una riña en la estación de Deusto
Metro Bilbao emprenderá acciones legales contra un joven que en la mañana de ayer, tras una pelea en la estación de Deusto, invadió la vía y obligó a paralizar el servicio, lo que provocó importantes retrasos de hasta veinte minutos, según admitió la compañía. El chico, que opuso resistencia y fue después detenido por la Ertzaintza, podría enfrentarse a multas de hasta 6.000 euros por irrumpir en el trazado del suburbano.
El suceso se produjo alrededor de las siete de la mañana, informaron el Departamento de Interior y el suburbano. Al parecer, una cuadrilla regresaba en metro de una fiesta celebrada en una discoteca situada en el barrio de Bolueta. Cuando el grupo se apeó en la estación de Deusto, se desencadenó una pelea y uno de los jóvenes llegó a agredir a un vigilante de seguridad, indicó Interior.
El personal del metro observó cómo los amigos intentaban tranquilizar a un chico, que estaba «visiblemente alterado», según el comunicado emitido por Metro Bilbao. Para ello, le tumbaron en los bancos situados en el andén para que se sienten los viajeros. En ese momento, uno de los guardas de seguridad se acercó «a interesarse por su situación», según explica el suburbano en la nota. «Fue entonces -agrega- cuando el joven se incorporó repentinamente, se zafó de sus compañeros y, tras huir por el andén, saltó a la vía, internándose en el túnel dirección San Mamés».
Riesgo de arrollamiento
El empleado de seguridad le siguió, pero le perdió de vista en el interior del viaducto. A partir de ese momento, el metro se vio obligado a aplicar la siguiente fase del protocolo de seguridad en la circulación, ante el «riesgo evidente de arrollamiento».
Una de las medidas previstas, drástica aunque necesaria, fue interrumpir el paso de los trenes. El Puesto de Mando Centralizado (PMC) suspendió el tráfico de trenes y procedió a iluminar el túnel para tratar de localizar al joven a través de las cámaras de seguridad. Sin embargo, el rastreo de las imágenes resultó infructuoso.
El suburbano avisó entonces a la Ertzaintza y decidió autorizar la circulación de un tren en cada sentido, con agentes de la Policía autonómica y personal del metro en cabina, mientras el túnel permanecía iluminado.
El chico fue finalmente localizado. Estaba tumbado en la vaguada que separa una vía de la otra, aparentemente dormido. El tren se detuvo en ese punto, primero se bajaron los vigilantes del metro para intentar sacar al joven de las vías, a lo que se resistió con violencia. A continuación intervinieron los agentes de la Ertzaintza, que le arrestaron y le condujeron al exterior de los túneles para que pudiera restablecerse el servicio.
El tráfico de trenes recuperó la normalidad una hora después, en torno a las ocho de la mañana. El detenido fue puesto a disposición judicial. Por su parte, el metro tiene previstas sanciones económicas que, por el mero hecho de invadir la vía, suponen hasta 6.000 euros.
El suburbano bilbaíno agradeció en su nota de prensa la «profesionalidad demostrada una vez más por la Ertzaintza» y agradeció que el comportamiento habitual de los viajeros, salvo esta excepción, sea tan «cívico».
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