Miércoles , 23-12-09TERE COELLO
SANTA CRUZ. Los efectivos de la Guardia Civil escenificaron ayer su malestar en la sede de UGT en Tenerife, en la que pidieron más dignidad para su trabajo ante el sindicato al que están vinculados.
Una fricción ejemplificada en el hecho de que este Cuerpo de Seguridad del Estado no tiene un sindicato propio sino una «unión», es decir, una asociación constituida por una Ley Orgánica.
En el ámbito nacional todos los miembros de la Benemérita están atravesando una importante problemática laboral y subrayan «estar cansados de la constante tomadura de pelo que sufren por parte de todos los Ministerio del Interior que ha tenido la España después de la transición», según palabras de Manuel Matos, secretario general de la Unión de Guardias Civiles de España, quién ha explicado que este cuerpo a lo único que aspira es a «abrir las ventanas y las puertas de los cuarteles y ventilarlos para que entre aire fresco y desaparezca el olor a rancio. Esto es, que llegue «la dignidad a los guardias civiles» porque, según recalcan, no es de recibo que habiendo dos cuerpos policiales en el país, como es la Policía Nacional y la Guardia Civil, no se les trate por igual.
Reproches
Entre los reproches esgrimidos por estos efectivos de seguridad han destacado que en ocasiones «a los máximos representantes del Gobierno se les llena la boca para decir que es una de las policías más reputadas para misiones internacionales, hasta se hacen fotografías en La Casa Blanca con nuevos amigos para decir que van a enviarlos a Afganistán...para eso sí, pero no para el día a día. Por eso estamos hartos», aseveraba Manuel Matos.
Con ello, significó estas reclamaciones con el objetivo de que al cuerpo de la Benemérita se le trate como al resto de policías ya que, entre otras cosas, señaló que «forman parte del cuerpo policial peor pagado de España», algo desproporcionado teniendo en cuenta que «son ellos los que se enfrentan a las mafias, los que sufren más agresiones y los que hacen frente a los delitos más escabrosos».
Matos expresó además que, a pesar de desempeñar un trabajo más que riguroso, parece como si sólo se tuviese en cuenta el derecho de los delincuentes y esto produce que las mafias pululen libremente por el país.
Un problema que se hace extensivo a los etarras que se encuentran en todas las cárceles del país, incluido Canarias, ya que «no es de recibo que la gente se encuentre por las calles a los verdugos y asesinos de un familiar..., esto sólo puede pasar en España», concluyó.
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