martes, 22 de diciembre de 2009

La Guardia Civil en el ambulatorio


Una discusión entre una paciente y un médico obliga a desplazar dos patrullas a Meis




Una discusión que subía de tono; una mujer muy enfadada... y dos patrullas de la Guardia Civil. El personal sanitario del centro de salud de Mosteiro, en Meis, solicitó ayer la presencia de la Guardia Civil en el centro de salud para evitar que una discusión con una paciente derivase en un suceso grave. Al final, no pasó nada y al llegar los agentes se calmaron las aguas. No obstante, es un ejemplo más de la necesidad de tomar medidas para mejorar la seguridad en algunos centros médicos. Puede ser con vigilantes privados, con videocámaras, cristales irrompibles...



REDACCIÓN - MEIS No es la primera vez que el personal de un centro sanitario pide ayuda para controlar a un paciente. Pero siempre que ocurre, llama la atención. Dos patrullas de la Guardia Civil tuvieron que personarse ayer por la mañana en el centro de salud de Mosteiro (Meis), después de que un médico avisase de que había una mujer en el centro visiblemente alterada.

No han trascendido los motivos por los que la paciente perdió los nervios, pero según el aviso que le dieron a la Guardia Civil la situación era muy desagradable, por lo que pidieron ayuda. Se movilizó entonces a sendas patrullas, y desde la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra explicaron que al final se logró calmar a la mujer, sin necesidad de tomar ninguna medida en especial.

No obstante, un problema como el de ayer no es totalmente infrecuente. De hecho, los médicos y enfermeros llevan años reclamando mayor seguridad en los centros sanitarios, para evitar conflictos con los pacientes. No obstante, sólo los hospitales y los ambulatorios de mayor tamaño cuentan con servicios de vigilancia privada.

Los sistemas más habituales son la presencia de un agente de seguridad, el empleo de cámaras de seguridad, de cristales irrompibles o de puertas con restricción de acceso. Otra de las medidas puestas en marcha desde la administración es una campaña en contra de las agresiones físicas o verbales en los centros médicos. De hecho, en muchos ambulatorios existen carteles en los que se pide una relación cordial entre pacientes y personal sanitario.

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