miércoles, 19 de mayo de 2010

Una banda de ladrones se hacía pasar por vigilantes de seguridad

El grupo desarticulado en la Vega Baja escondía en un zulo el botín, las herramientas y las ropas usadas en los robos

02:58
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Uno de los registros tuvo lugar en un bar de La Mata, en Torrevieja, donde cada día se reunían los intregrantes de la banda  LOINO
Uno de los registros tuvo lugar en un bar de La Mata, en Torrevieja, donde cada día se reunían los intregrantes de la banda LOINO
E.DE GEA
La operación ejecutada la pasada semana por la Guardia Civil, que se saldó con la detención en la Vega Baja de cinco ciudadanos albaneses, integrantes de una banda de "butroneros" que habían asaltado empresas y viviendas en Alicante, Murcia, Almería y Granada, escondía, el botín en diversos "zulos" excavados en solares, según dio a conocer ayer el instituto armado.
La actuación, denominada "Sapo", ha determinado que los detenidos cuentan con más de cien antecedentes policiales y se les considera autores de más de una veintena de robos con fuerza, mediante el sistema "butrón", que consiste en penetrar en propiedades ajenas agujereando las paredes. Las detenciones se produjeron la pasada semana en Torrevieja cuando la banda regresaba de realizar un reconocimiento para elegir empresas susceptibles de ser asaltadas, según explicó ayer la Guardia Civil en una nota. En la operación también han sido imputadas otras cuatro personas por prestar labores de apoyo y cobertura a la organización delictiva, que estaba asentada en varias urbanizaciones de Torrevieja y en las playas de Orihuela, donde fingían ser empleados nocturnos de empresas para pasar desapercibidos entre los vecinos.

Polígonos
Según la Guardia Civil, los integrantes de la banda cada día y después de reunirse en un bar próximo a su lugar de residencia, en la pedanía torrevejense de la Mata, se desplazaban a polígonos industriales de Alicante, Murcia, Almería o Granada para efectuar un reconocimiento. La banda estudiada las medidas de seguridad de los edificios, el grosor de las paredes que perforar, las alarmas y las vías de escape en caso de ser descubiertos, tras lo cual regresaban a sus domicilios. Y, la noche siguiente, se desplazaban a varios zulos cercanos a su lugar de residencia donde se vestían con ropa oscura y recogían todo el material necesario para hacer el butrón. Tras el golpe, regresaban a sus domicilios, pasando previamente de nuevo por los zulos donde depositaban el material y el botín obtenido. Al cabo de unos días lo retiraban, dándole salida en el mercado negro a través de receptadores o mediante envíos de dinero o paquetería a Albania. Las mujeres de la organización, encargadas de la logística, les daban cobertura alquilando las viviendas, envíando dinero o con contravigilancias. En los seis registros domiciliarios en Torrevieja y Orihuela se ha intervenido efectos como herramientas, material electrónico e informático, documentación, dinero en metálico, joyas, inhibidores de frecuencia y radiotransmisores para bloquer las alarmas de las naves.

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