Las ventas de alarmas en las islas se incrementaron el pasado año un 31 por ciento en Baleares, debido a que un total de 1.714 personas del archipiélago decidieron incorporar en 2009 en sus viviendas o establecimientos este tipo de mecanismo de seguridad.
Según datos de Securitas Direct a los que ha tenido acceso Europa Press, además, durante el primer trimestre de 2010 hay 466 nuevos clientes de alarmas en Baleares. Asimismo, en las islas, donde esta empresa comenzó a comercializar las cámaras de vídeo vigilancia en diciembre de 2009, hay 39 personas que cuentan con este mecanismo.
El perfil de las personas que adquieren estos productos de seguridad y control varía entre quienes lo compran por negocios y quienes lo hacen para instalarlo en su hogar. Así, en el primer caso, se trata tanto de propietarios preocupados por obtener un mayor efecto disuasorio frente a pequeños robos o atracos a sus establecimientos, como quienes lo hacen como una forma de controlar a sus empleados.
En cuanto a los baleares que los compran para instalar en residenciales, son o propietarios de viviendas unifamiliares interesados en reforzar la seguridad exterior de su inmueble, como las parejas con hijos pequeños que desean controlar a los niños desde sus trabajos y verificar la atención que los pequeños reciben por parte de sus cuidadores.
Así, el 85 por ciento de las cámaras instaladas en las islas están en negocios y el 15 por ciento restante en residenciales. No obstante, según apuntaron, se prevé un aumento en el sentido inverso, de manera que tenga lugar un incremento considerable del residencial frente al de negocios durante el 2010.
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