Un ex vigilante de seguridad del puerto deportivo de Baiona aceptó ayer por conformidad una multa de 675 euros por gastarse 7.353 euros en llamadas privadas con el teléfono de la empresa y seis meses de prisión por robar 1.200 euros de la caja de caudales tras ser despedido por el despilfarro.
La vista por conformidad se celebró ayer en el juzgado de lo Penal número 1 de Vigo, en la que Jesús R.S. reconoció los hechos a cambio de una rebaja en las penas que pedía la fiscal.
Los hechos se remontan a septiembre del 2006 cuando el acusado entró a trabajar como guardia de seguridad en Servicio Securitas. Su responsable le entregó en custodia las llaves de la caja de caudales y un teléfono de empresa que servía para hacer llamadas de emergencias o conectar con la central de alarmas.
El empleado lo usó para otros fines. Durante los dos siguientes meses, hizo numerosas llamadas a teléfonos de tarificación adicional, cuyo coste es superior al de un abonado. Ninguna compañía telefónica lo incluye en su régimen de tarifa plana, por lo que el abonado debe asumir su coste a mayores. Se trata de números que empiezan por 905, para servicios de televoto y llamadas masivas, 803 para contactos, eróticos y servicios para adultos, 806 para ocio y entretenimiento. tarot o concursos de televisión u otros medios y 807 para servicios de psicólogos on line o médicos.
Tras ser descubierto, el ex guarda fue a la oficina a recoger sus cosas y, como tenía las llaves, se llevó 1.200 euros de la caja de caudales. El acuerdo con el fiscal se pudo alcanzar una vez que el acusado accedió a devolver las cantidades sustraídas.
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