jueves, 20 de mayo de 2010

Las mujeres vigilantes pisan fuerte en el sector

MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA
Rosa Casanova, de 42 años, es administrativa. La dura crisis económica que azota el país se ha cebado en su hogar al igual que en el de miles de familias de la ciudad y la provincia. Lleva dos años en paro y no piensa detenerse en su empeño de lograr un empleo y sacar adelante a su familia.
Por eso decidió ampliar su formación y sus conocimientos realizando un curso de vigilante de seguridad promovido y financiado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Málaga. Dio este paso porque además empezó a trabajar como auxiliar de seguridad y su propia empresa se lo solicitó. «Pero ahora no hay hueco», explica. Divorciada con dos hijos de 14 y 12 años, gracias a este curso ha logrado una oferta de empleo, pero en Valencia. «Creo que al final me iré», comenta.
Y es que la mujer está pisando fuerte en el sector, expresó ayer en la entrega de diplomas la coordinadora provincial del IAM, Pilar Oriente. «La mujer se está incorporando a este trabajo con más facilidad que a otros empleos masculinizados. En España existen 10.000 vigilantes de seguridad mujeres, lo que supone el 12% del total», resalta.
Para Oriente se valora el trabajo de las féminas como vigilantes porque quizás la población piensa que hay que resolver conflictos «con potencia física», pero, sin embargo, «todos los profesionales están de acuerdo en que la misión fundamental es la prevención y el uso de la negociación». «Se valora la actitud conciliadora y mediadora de la mujer vigilante», indica.

Las participantes
Una veintena de mujeres, todas ellas residentes en la provincia de Málaga han realizado el V Curso de Vigilantes de Seguridad, promovido y financiado por el Instituto Andaluz de la Mujer, cuyo objetivo principal es la obtención del diploma homologado por el Ministerio del Interior para presentarse a las pruebas de selección de vigilantes de seguridad, y poder superarlas con éxito. Muchas de ellas, de hecho, ya las han superado, como es el caso de Rosa Casanova, que ya es vigilante. Concretamente han sido 19 las alumnas que han realizado el curso y 13 las que ya se han presentado al examen y lo han superado.
El curso, con un total de 180 horas lectivas, consta de una parte teórica y otra práctica y se ha
desarrollado en el Centro Andaluz de Estudios y Entrenamiento de Málaga. Han recibido nociones en protección, ética, deontología, atención al cliente y defensa personal, entre otras materias.
Las nuevas diplomadas en vigilancia y seguridad tienen edades comprendidas entre los 18 y 54 años y cuentan con el graduado escolar o estudios equivalentes. Oriente comenta además que tras este título pueden seguir avanzando y creciendo especializándose como escoltas, trabajando en el escáner o ascender a jefas de seguridad. «Intentaremos seguir ofreciendo esa especialización», sentenció.
Oriente dijo que en las dos primeras ediciones del curso el cien por cien de las mujeres lograron un empleo y que en los dos siguientes se alcanzó el 80% de inserción laboral. La coordinadora admitió que en esta ocasión es más «difícil» por la crisis

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