Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez.EFE/J.J. Guillén
La tradicional celebración del Día del Trabajo se convierte este año en una reivindicación de los derechos sociales y en especial de la jubilación a los 65 años, en la que los sindicatos tratan además de llevar a cabo una demostración de fuerza en plena negociación de la reforma laboral.
El lema elegido por los dos grandes sindicatos, UGT y CC.OO., ha sido Por el empleo con derechos y la garantía de las pensiones revela perfectamente las dos principales luchas emprendidas en 2010 por las organizaciones sindicales.
Así, la reforma del mercado laboral se ha convertido en el principal asunto del diálogo social con patronal y Gobierno, que por el momento sigue sin dar frutos tras dos propuestas del Ejecutivo, que pretendía cerrar una acuerdo en abril.
UGT y especialmente CC.OO. rechazan cualquier atisbo de abaratamiento del despido, mientras la CEOE busca fórmulas en ese sentido que el Gobierno no ha querido asumir, aunque la última propuesta avanza en ese sentido al recalcar el impulso del contrato de fomento de la contratación indefinida, que deja la indemnización por despido en 33 días por año trabajado, en lugar de los 42 ordinarios.
Reuniones aplazadas
Esta semana se han suspendido dos reuniones al respecto, una el lunes entre representantes técnicos y una cena el miércoles entre los líderes sindicales, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, y el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, en principio por problemas de agenda, aunque parecen indicar un cierto estancamiento en las conversaciones.
En cuanto a la jubilación, la propuesta de reforma del sistema de pensiones avanzada por el Gobierno ya suscitó la respuesta de los sindicatos en la calle y, aunque ahora el debate se ha enfriado, los sindicatos quieren convertirlo en uno de los ejes de su actuación, rechazando en concreto que se amplíe la edad de jubilación de 65 a 67 años.
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