Melilla, 2 jun (EFE).- Los sindicatos UGT, CCOO y CSI-CSIF han organizado hoy una nueva concentración para protestar por el 'decretazo' del Gobierno, por el cual se rebajará una media de un 5 por ciento las retribuciones de los empleados públicos, medida que han advertido de que terminará afectando también al sector privado.
Medio centenar de funcionarios y delegados sindicales han acudido a la convocatoria de CCOO, UGT y CSI-CSIF frente a la Delegación del Gobierno en Melilla, concentración que también se ha repetido en otros puntos de la ciudad, como la Residencia de Mayores o la ULOG-24.
En declaraciones a los periodistas, el secretario de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO-Melilla, Francisco López, ha explicado que si el Gobierno reduce los sueldos de los funcionarios, habrá menos dinero en circulación en las economías locales, algo que terminará afectando al consumo.
Según ha dicho López, este efecto se notará sobre todo en Navidades, cuando a los funcionarios se les recorte el 30 por ciento de la paga extra de diciembre, lo que afectará sobremanera a la época de mayor consumo del año porque "no habrá tanto dinero en el mercado" y, por ende, las familias "cambiarán los jamones" por "otros productos más baratos".
El responsable de CCOO ha considerado que el 'decretazo' impulsado por el Gobierno sólo sirve para liberar a las arcas públicas, pero no para salir de la crisis, lo cual "va a producir una marcha atrás, sobre todo en Melilla", ciudad donde más de 10 por ciento de la población trabaja en la Función Pública.
Además, ha recordado que muchos empleados públicos son mileuristas, de ahí que esta rebaja salarial vaya a afectarles en demasía, sobre todo dentro de dos o tres meses, cuando entre en vigor la subida del IVA y se encarezcan los precios.
López ha lamentado que cuando la crisis dio comienzo, el Gobierno inyectó dinero a las entidades financieras, a las que no se ha exigido que las devuelvan pese a que ahora han tenido superávit: "A nosotros se nos va a quitar dinero y no se nos va a devolver", ha comparado el dirigente comisionista.
Por su parte, el secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT-Melilla, José Márquez Freniche, ha mostrado el "rechazo rotundo" de los empleados públicos y los sindicatos ante el Real Decreto aprobado por un solo voto de diferencia en el Congreso de los Diputados.
Según ha explicado Freniche, con estos actos de protesta se quiere demostrar al Gobierno que "se está equivocando" porque "la crisis no sólo la tenemos que pagar los empleados públicos, sino también los bancos y el resto de gente que se está forrando".
Además, ha recordado que este paso del Gobierno supone un incumplimiento del acuerdo alcanzado con los sindicatos en septiembre del año pasado, lo que implica una ruptura del diálogo social o, por lo menos, una "tirantez" en las negociaciones colectivas.
Freniche ha confiado en que buena parte de los empleados públicos de Melilla puedan participar el próximo 8 de junio a la huelga convocada, si bien ha admitido la dificultad de que esto ocurra en el caso de muchos funcionarios que "no pueden" permitirse faltar ese día a trabajar para no perder la retribución de esa jornada laboral.
Por su parte, el responsable del sector de Administración local de CSI-CSIF, Francisco Gómez, ha informado de que a título particular acudirá a denunciar ante los tribunales el recorte retributivo "en cuanto me quiten el dinero en junio", al considerar que esto es inconstitucional porque "me están abriendo la cartera y me están robando dinero mío".
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