miércoles, 1 de octubre de 2008

FIN DEL CONVENIO 2005—2008

Cuando este Boletín haya llegado a vuestro poder, lo más probable es que se hayan iniciado las gestiones previstas para componer la Mesa Negociadora del Convenio Colectivo de Seguridad Privada.Después de toda la inestabilidad a la que ha estado sometido este convenio, los trabajadores estamos deseosos de saber como va a proponerse una negociación que tiene que traer resultados para importantes cuestiones, de interés colectivo, que poruna u otra causa, se han desmontado, en esta última etapa, sin solución alternativa a la vista.De momento, en UGT estamos trabajando en la preparación de la plataforma reivindicativa del Convenio Colectivo y, principalmente,estamos preparándonos para hacer frente a todas las dificultades que para estas ocasiones siempre nos ponen desdela patronal y desde aquellos sindicatos que pretenden usar la oportunidad de la negociación para manipular la información, para obstruir la negociación y para acentuar sus demagógicas campañas de descrédito hacia aquellos sindicatos que tenemos laresponsabilidad, que ellos nunca tendrán, de cumplir con nuestros compromisos de representatividad.Es costumbre que cada vez que se aproxima la negociación de este convenio de ámbito estatal, aparecen los sindicatos nacionalistas y otros sindicatos minoritarios, con ingenuas aspiraciones corporativistas, reclamando representatividad para ellos y acuerdos exclusivos y diferenciados para los grupos de trabajadores que dicen representar. Este juego de independencia es legítimo y respetable, siempre y cuando se haga desde convencimientos sinceros y planteamientos posibles, cosa que, hastaahora, no ha ocurrido nunca. Lo que si ha ocurrido siempre es que sus maniobras conllevan un entretenimiento inapropiado y nada provechoso para la negociación. El asunto pendiente de las horas extras va a influir decisivamente, y más cuando nadiesabe como orientarse hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie. En el futuro, el convenio tendrá que recoger un nuevo tratamiento de lo que deben de ser los calendarios laborales y la composición de las jornadas de trabajo, recordemos que el mismo Tribunal Supremo también se ha pronunciado al respecto, con una sentencia de casación que, si se le da la consideración que se debiera, nos obligaría a cambiar las practicas de un sector acostumbrado a unas formas particulares de entender la jornada de trabajo. Ya hemos hablado también de la obligación de recoger en convenio la categoría de escolta. Habría que aprovechar esta puerta que ha dejado abierta el Tribunal Supremo, para desarrollar otras reivindicaciones pendientes en el tema del reconocimiento de otras categorías (Ej.: Jefe de equipo).La Agencia de la Defensa de la Competencia, esta haciendo todo lo posible por eliminardel convenio toda aquella norma que restrinja la libertad de mercado. Esta intervención, de tono "moderno y liberal", afectará a las referencias de contratación mercantil a las que estaban acostumbrados los usuarios de seguridad y esto traerá consecuencias nuevas para la predisposición económica de la patronal y de sus clientes.Durante la vigencia del actual convenio, han existido movimientos patronales que dan aentender que existen diferencias profundas en sus objetivos, de hecho, se ha formado una nueva patronal, que presume de legitimación y que quiere participar en la negociación, ya que entienden que, hasta ahora, no se han tenido en cuenta sus intereses. Con toda seguridad,este conflicto patronal declarado, va originar problemas de reconocimiento de representatividad negociadora y otros problemas que, con seguridad, supondrán un retraso para cuando haya que llegar a acuerdos.Todas estas dificultades nuevas son las que hay que añadir a los problemas tradicionalesque tiene la negociación colectiva de este sector: Las insultantes ofertas empresariales en el inicio del convenio, las limitaciones legales de nuestros derechos de movilización, ladivisión de intereses entre los trabajadores, la desunión sindical, la falta de motivación general,la desinformación que practican los sindicatos marginales, las anunciadas y nadatranquilizadoras reformas de la legislación de seguridad privada, la disminución de la demanda de Vigilantes, la comprobable desviación de servicios de seguridad a servicios auxiliares,en el caso de que las presión sindical tenga algún éxito, etc.Si todas estas cuestiones que relacionamos son obstáculos para la buena marcha de lanegociación, hay que contar también que esta negociación se va a desarrollar en un contexto de crisis económica profunda y de duración indeterminada, este si que va a ser el principal de los inconvenientes a la hora de llegar a algún acuerdo. Los trabajadores somos los más afectados por esta situación de crisis y por ello necesitamos con urgencia un acuerdo,aunque sea provisional y que por lo menos, hasta que la propia negociación vaya despejando alguno de sus problemas, no nos haga perder poder adquisitivo. Con esta presión que impone las urgencias, vamos a tener que contar. No hay que olvidar que, una vez que acabe el año 2008, se congelan las condiciones salariales, hasta que estas se sustituyan por las del nuevo convenio que se negocie, se tarde lo que se tarde en llegar a un acuerdo.En anteriores ocasiones ya avisábamos que la excusa del retraso de la sentencia de lashoras extras estaba usándose por la patronal para enmascarar su mala disposición para negociar.Están pretendiendo dejar pasar el mayor plazo de tiempo posible para acumular fondospara hacer frente a posibles sorpresas por una sentencia desfavorable, para llevarnos a la parte social a una situación de apremio y para incrementar sus beneficios. Por lo que estamos comprobando, esta inapetencia patronal parece que se consolida.Si para la próxima negociación nos hubiéramos encontrado libre de unos cuantos de estos problemas que anunciamos, podríamos haber trabajado en el desarrollo de algunos temas claves del sector, tema tales como la consolidación paulatina de la peligrosidad, el reconocimiento de nuevas categorías, la consolidación de los pluses que existen en muchos puestos de trabajo, la determinación más clara de las macroconcentraciones, la mejora de las prestaciones generales, etc. etc. El devenir de los hechos nos obligará a concentrarnos en las cuestiones urgentes y dejar apartadas las importantes; nosotros no lo hemos querido así, pero los caprichos de la justicia y la irresponsabilidad de aquéllos que no tienen otro recurso que el de entorpecer, nos van a obligar a encarar la situación con la cautela que exige la existencia de muchas incertidumbres y de plazos cortos para conseguir, por lo menos, no perder poder adquisitivo. Ni que decir tiene que, aunque el próximo convenio se presente complicado, en UGT vamos a involucrarnos con más decisión y motivación que nunca en organizar a los trabajadores y en la preparación del trabajo que nos corresponde, a nosotros no nos desaniman las dificultades,pero esta vez esa voluntad que, por nuestra parte, siempre existe, tiene que ir acompañada,cuando llegue el momento, del esfuerzo de participación de todos los afectados. En este sector no existen, como algunos creen, fórmulas mágicas; todo lo que se consigue es por consecuencia de la presión y unión de los trabajadores.Como siempre, cuando llegue el momento, informaremos puntualmente.FeS—UGT MADRIDReflexión de UGTHola compañeros y compañeras. Os mandamos una reflexión sobre la situación actual en la que tenemos que comenzar la negociación del convenio. Espero que os sirva de utilidad.La negociación de los convenios en este sector siempre se ha anticipado al vencimiento de la vigencia de los mismos. Las empresas necesitan saber siempre, con tiempo suficiente, cuales pueden ser los precios a repercutir a sus clientes y siempre se ha procurado enfocar la negociación, buscando el acuerdo antes que finalice el año natural, y si no existiera el acuerdo para entonces, siempre se ha procurado hacer todo lo posible para que el mercado de seguridad no se viera afectado por el vacío que provoca la falta de precios de referencia. En definitiva, siempre se ha intentado preparar la negociación de tal forma que el precio final del acuerdo repercutiera lo máximo posible, en tiempo y en cantidad, a los clientes de seguridad.Es muy probable que se constituya la Mesa, pero lo que no vemos nada probable es que se vaya a conseguir un acuerdo de convenio de forma inmediata. La patronal, por distintas fuentes, está anunciando sus excusas.Las empresas se están acogiendo a la imposibilidad de componer un acuerdo en el actual panorama que nos ha propuesto el Tribunal Supremo con sus sentencias sobre el artículo 42 (horas extraordinarias) y ahora con el artículo 44 (descanso anual compensatorio) del convenio. Hasta que no haya resolución definitiva sobre como puede quedar el tema de las horas extraordinarias, no va a ser posible, según dicen ellos, hacer una composición económica clara. Además, ahora a esto hay que añadir las consecuencias de que los costes laborales puede ocasionar la obligación de conceder a cada trabajador los 96 días libres al año que se contemplan en el artículo 44 y que nunca antes se han tenido en cuenta en ninguna negociación, pero que ahora va a ser un elemento de discusión importante que va a afectar a toda la negociación y al cierre temprano del acuerdo.La tan anunciada "desaceleración de la economía española", va a servir a la patronal también de excusa para recortar sus pretensiones y así lo vienen anunciando a pesar de que ahí están los datos evidentes sobre el crecimiento, en general, que el negocio de la seguridad está experimentando y, a pesar de que aquellos grupos de empresas publican sus resultados económicos, no dejan de incrementar sus beneficios.Es cada vez más evidente que las patronales están trabajando en clave de ganar tiempo. Están esperando a ver como se consolida el tema del abono de las horas extras, a acumular beneficios por si acaso hay que pagar cantidades por si el Supremo dictase una sentencia negativa para sus intereses, y están esperando a que los legisladores vayan haciendo movimientos para preparar esa propuesta, que se proyectó y se aprobó de forma unánime en la anterior legislatura para legalizar la contratación de trabajadores no comunitarios como vigilantes de seguridad.Para las patronales son muchas cosas las que están en juego y es muy importante para ellos esperar a que vayan solucionándose los problemas que ahora afectan al sector. Tienen razones de peso como para aguantar cualquier presión sindical que se les pueda plantear; tienen tiempo para soportar lo que se les puede venir encima, y son conscientes, como nosotros, de que estamos en unos momentos decisivos para el sector. Por todo ello, están dispuestos a llegar hasta donde haga falta para salirse con la suya. Un saludo

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