miércoles, 21 de julio de 2010

Detenido por quinta vez un ladrón de supermercados

Un joven rumano fue detenido por séptima vez por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, acusado de robar en el interior de supermercados y otras tiendas de la capital lucense. La intervención fue llevada a cabo por efectivos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la comisaría provincial lucense. El quinto apresamiento de F.C.C., de 29 años, se produce en el plazo de tres meses.

La policía considera que esta persona vive de la sustracción de todo tipo de artículos en los distintos establecimientos comerciales que frecuenta. Parece que en algunos de ellos ya le tienen de ojo. Todo apunta a que el material del que se apodera lo vende posteriormente en el mercado negro.

Su forma de actuar es siempre la misma. Después de acceder al interior, sin cortarse ni un pelo, se apodera de cualquier tipo de género. En esta ocasión le atribuyen el hurto de un ordenador portátil, un aparato de radio y una cámara de ordenador. Todo fue valorado por el responsable del establecimiento en el que actuó en unos 705 euros.

Cogido in fraganti

En esta ocasión la captura de este joven rumano se produjo porque fue detectado nada más entrar en el supermercado por los vigilantes privados de seguridad. Éstos le dejaron actuar sin perderle de vista en ningún momento y cuando comprobaron que ya se había apoderado de diversa mercancía, no le permitieron la salida y avisaron a la policía para llevar a cabo la correspondiente detención.

El detenido fue trasladado a la comisaría y en la mañana de ayer pasó a disposición del juzgado de guardia.

De acuerdo con algunas fuentes, los robos en los establecimientos comerciales de la ciudad aumentaron ligeramente pero no de la misma manera que en otras ciudades. Muchos empresarios tienen adoptadas diversas medidas de seguridad que pasan por cámaras ocultas e incluso vigilantes que van de incógnito.

El responsable de un supermercado de la avenida de A Coruña explicó ayer que hace unos días, uno de los vigilantes no identificados detectó como una mujer escondía en el interior de sus ropas diversos productos de perfumería que tuvo que acabar devolviendo en el momento de ser descubierta.

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