El Juzgado de lo Penal número 2 de Albacete ha condenado a ocho meses de cárcel, a pagar una multa de 120 euros y a indemnizar a los establecimientos con 70 euros, a un hombre por hurtar en dos centros comerciales de la capital y amenazar al vigilante de seguridad de uno de ellos.
Los hechos por los que ha sido condenado se remontan a las 21 horas del 16 de julio de 2008, cuando el acusado J.R.C., mayor de edad y con antecedentes penales que deben considerarse en principio como cancelables, entró en un establecimiento del Centro Comercial Los Llanos y utilizando unos alicates rompió los sistemas de seguridad y se apoderó de un navegador GPS y un libro y se dirigió a salir del hipermercado, siendo sorprendido por los vigilantes de seguridad cuando abandonaba el local, recuperando los mismos los objetos que éste llevaba. Los objetos de los que intentaba adueñarse el acusado, están valorados según tickets aportados por el establecimiento en 396,45 euros y como consecuencia de estos hechos se produjeron daños en los sistemas de alarma que han sido valorados en 55 euros.
Otro hurto
En hora no determinada del 17 de julio de 2008, el acusado acudió con idéntica intención a un establecimiento del Centro Comercial Imaginalia y aprovechando un descuido de los empleados del mismo se apoderó de un navegador, valorado en 249 euros, que dejó en su vehículo que tenía estacionado en los aparcamientos del centro.
Sobre las 19:00 horas, el acusado volvió a entrar en el mismo local, adueñándose en esta ocasión de una vídeo consola valorada en 189 euros, a la que previamente con unos alicates había inutilizado los sistemas de alarma.Cuando se disponía a abandonar la tienda fue interceptado por los vigilantes de seguridad del mismo, que procedieron a retirarle la consola y a avisar a la Policía Nacional, que recuperó también el navegador que había dejado en el vehículo. Como consecuencia de estos hechos se produjeron daños en los sistemas de seguridad, que han sido valorados en 15 euros.
Una vez personada la Policía Nacional, el acusado se dirigió en tono amenazante al vigilante de seguridad diciéndole «somos vecinos y nos veremos en la calle, te tengo que cortar el cuello cuando nos veamos en la calle, ya que sé donde vives. He estado doce años en la cárcel y no me importa volver».
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