seguridad privada, Lugo, precariedad Agencias (Lugo).
Un centenar de vigilantes de seguridad privada se concentraron este miércoles ante la sede de la Subdelegación del Gobierno en Lugo para protestar contra el intrusismo laboral después del despido de doce trabajadores de la empresa Gardas que fueron reemplazados por "controladores" que prestaban sus servicios en una empresa eólica en los ayuntamientos lucenses de Outeiro de Rei, Rábade y O Corgo, y que, denunciaron, carecen de la debida titulación.
Los manifestantes, convocados por los sindicatos Comisiones Obreras, CIG, UGT y USO, se quejaron del "alto intrusismo" que, a su juicio, sufre el sector. Según calculó el secretario comarcal de la Federación de Servizos de la CIG, José Paz, en la provincia de Lugo hay más de 400 vigilantes no regulados frente a los 700 oficiales que se dedican a la seguridad privada.
A su entender, esta situación está "generalizada" en el conjunto del Estado y en Galicia, si bien reconoció que en Lugo es una "práctica poco extendida". El sindicalista denunció incluso que las propias empresas de seguridad son las que fomentan la existencia de estos "controladores".
Por eso, exigió a las distintas administraciones que se encargan de controlar el cumplimiento de la Ley de Seguridad Privada que "hagan su trabajo y denuncien a estas empresas". Respecto a los doce despedidos, pidió su readmisión.
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