sábado, 17 de marzo de 2012

Interior contratará seguridad privada para el control del tráfico

Los guardias jurados se encargarán también del perímetro de las prisiones

Puig considera que los vigilantes privados «complementan a la policía»

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

Poco a poco, el conseller de Interior, Felip Puig, va concrentando su intención de involucrar a las empresas de vigilancia privada en labores de la seguridad pública que hasta ahora asumían los Mossos d'Esquadra. Ayer, con el público a favor pues inauguraba unas jornadas sobre seguridad privada en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya, avanzó su proyecto de que los guardias jurados participen en dispositivos de control del tráfico y de eventos deportivos, así como de vigilancia del perímetro de las prisiones.

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Información publicada en lapágina 35 de la sección de cv Sociedad de la edición impresa del día 14 de marzo de 2012VER ARCHIVO (.PDF)

Puig siguió con su filosofía de que la seguridad no es solo cosa de la policía. «La seguridad privada no tiene un papel subsidiario sino complementario al de la policía y es por eso que nos planteamos que hagan determinadas labores, aquellas que no requieren funciones policiales», dijo el conseller en su discurso, antes de precisar su proyecto: «No me planteo el traslado de presos, pero sí la vigilancia de las prisiones o de las comisarías de policía, acontecimientos deportivos y tareas de apoyo a controles de tráfico, como las que ya realizan en los ejes comerciales o en el transporte público».

TAREAS EN CARRETERAS / Preguntadas sobre qué labores de tráfico podría asumir la seguridad privada, fuentes del departamento de Interior pusieron como ejemplo la participación de guardias jurados en grandes dispositivos de tráfico. «Ellos no harán controles de alcoholemia, pero sí tareas más estáticas como indicar un desvío de tráfico», explicaron, e insistieron en que en todas esas actividades la seguridad privada actuaría bajo la supervisión y el mando de los Mossos.

Respecto a los eventos deportivos, esas fuentes pusieron sobre la mesa la posibilidad de que la seguridad privada participe en la vigilancia de perímetros de seguridad y en el control de acceso a determinados espacios. «Si hay una celebración en Canaletes, los vigilantes podrían participar en el control de acceso y en el cacheo para evitar que se introduzcan materiales peligrosos. En cambio, si se produjeran disturbios ya serían cosa de la policía», comentaron esas fuentes.

El conseller insistió en poner ejemplos que demuestran que la seguridad privada ya participa en ese tipo de labores. «Tenemos empresas de seguridad privada vigilando instalaciones de la Policía y del Ministerio de Defensa», dijo Puig.

Para poder aplicar esos proyectos, el departamento de Interior ha desarrollado un Código de Buenas Prácticas para el Servicio de Seguridad Privada. Las empresas que pretendan asumir esos servicios que hasta ahora daba la policía deberán asumir ese código, que se presentará hoy para su aprobación en el Consejo de Coordinación de la Seguridad Privada.

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