UGT - miércoles, 25 de junio de 2008
UGT considera que la reforma de las pensiones de viudedad aprobada ayer en el Congreso de los Diputados supone un mal precedente para el Pacto de Toledo y para el Diálogo Social, dado que parcela el tratamiento de materias que deben ser consideradas en un conjunto coherente, y recuerda que el Gobierno tiene pendiente la elaboración de un estudio que aborde la reforma integral de las pensiones de viudedad.
UGT no alcanza a comprender los objetivos sociales de la proposición de ley aprobada ayer en el Congreso de los Diputados para modificar la cuantía de las pensiones de viudedad, ya que el incremento de ésta supone que, cuando existen huérfanos con derecho a pensión, ese incremento del porcentaje conlleva la reducción de las pensiones de orfandad, dado que la suma de ambas pensiones tienen como límite el 100% de la base reguladora. Dicho de otra manera, el incremento de la pensión de viudedad se haría, en realidad, a costa de la de los huérfanos. En segundo lugar, el incremento de los porcentajes puede originar en determinados supuestos (por ejemplo, si se trata de una pensión de viudedad que deriva de una jubilación anticipada con coeficientes reductores del causahabiente) que la cuantía de una pensión de derecho derivado, como es la pensión de viudedad, pueda ser superior a la que venía disfrutando aquél. Por último, el incremento del porcentaje hasta el 70% de la base reguladora supone que cuanto mayor sea ésta, mayor será la pensión de viudedad, mientras que para quienes perciban pensiones más bajas, tales incrementos quedarán absorbidos por los complementos de mínimos, es decir, no experimentarán un crecimiento real.
UGT tiene entre sus prioridades la mejora de aquellas pensiones que se encuentran en peor situación, y recuerda que la mejora de las pensiones mínimas en la pasada legislatura y el reconocimiento de las uniones de hecho, a efectos de la pensión de viudedad, llevan la impronta de este Sindicato. En consecuencia, UGT defiende que sean precisamente las viudas pobres las que se beneficien, por la vía del incremento de las pensiones mínimas.
La medida aprobada ayer contradice las recomendaciones del Pacto de Toledo 2003, el Acuerdo de Pensiones de 2006 (véase el punto III.3.e) y la Disposición Adicional vigésimo quinta de la Ley 40/2007, que alude a la elaboración por el Gobierno de un estudio que aborde la reforma integral de la pensión de viudedad. Tal estudio no se ha realizado todavía, que nosotros sepamos, teniendo en cuenta que la Ley tiene escasamente una vigencia de seis meses.
Por todo ello, UGT considera que esta reforma supone un mal precedente para el Pacto de Toledo y para el consiguiente Diálogo Social que lo concrete y desarrolle. Para el Pacto de Toledo porque parcelar y segregar materias que deben analizarse en un conjunto coherente, representa una desviación clara de sus objetivos de mejorar y fortalecer hacia el futuro el sistema de pensiones, con el consenso más amplio posible de los grupos parlamentarios y los interlocutores sociales a quienes se quiere implicar en dicho Pacto. Para el Diálogo Social, porque lo hará mucho más complejo y difícil.
UGT quiere recordar respetuosamente al Gobierno y al Parlamento la conveniencia de huir de tentaciones electoralistas y clientelares si de verdad se pretende alcanzar la renovación del Pacto de Toledo y el Diálogo Social, que constituyen uno de los capitales de legitimación más importantes con que cuenta nuestro sistema de pensiones.
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