8 de Noviembre de 1991
El sindicato Comisiones Obreras considera que puede resultar "muy
negativo" el vínculo de colaboración de vigilantes privados y fuerzas de
seguridad que establece el proyecto de ley de seguridad ciudadana
(artículo 17.3)."La colaboración puede convertir a este colectivo en
fuerzas de seguridad encubiertas y favorecer una cierta militarización
que no aceptaremos" afirmó ayer en rueda de prensa Ángel Campos, del
sector de seguridad de CC OO.
Este sindicato está de acuerdo en que exista colaboración en ciertos
supuestos, pero regulada de forma clara. Tanto el proyecto de ley de
seguridad ciudadana como el de seguridad privada establecen esta
cooperación. CC OO, que se opone radicalmente al primer texto, da un
apoyo matizado al segundo. El sindicato considera necesaria una ley
reguladora de la seguridad privada y ve positivo que se restrinja el uso
de pistola. Teme, sin embargo, que los cambios hagan disminuir el
empleo en el sector. CC OO mantiene una postura separada del resto de
los sindicatos, a los que acusa de ponerse al lado de la patronal y de
estar a favor de que los vigilantes sean agentes de la autoridad. La
central quiere negociar el reglamento que desarrolle la futura ley.
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