Todos damos por hecho que cuando defendemos la sanidad pública estamos protegiendo uno de los pilares del Estado de Bienestar, al igual que cuando salimos a la calle por la defensa de la educación pública. Pero a veces se olvida que la seguridad también tiene que ver con el bienestar de todos y que su privatización, igual que en los otros casos, puede abrir un suculento negocio a cambio de dar al traste con valores irrenunciables. Que el servicio de seguridad del Estado recurra a empresas privadas que a su vez se nutren de trabajadores precarios, mal formados, ajenos a toda idea de servicio público es un síntoma de enfermedad del sistema.
Leer mas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario