Seguridad privada
Otra de las medidas que prevé introducir el ayuntamiento es la de contratar seguridad privada que ayudará a los agentes de Guardia Civil y Policía a controlar los accesos al centro de la ciudad. Celià explicó que el dilema que ahora está sobre la mesa "es si finalmente se repartirán pulseras para el público o no", una cuestión que deberá quedar resuelta en las próximas semanas. Esta medida persigue evitar que se sobrepase el número máximo de espectadores en la plaza de Sóller, cifra que se sitúa en los 5.000.
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