Perfiles. Las personas a las que los vigilantes de seguridad o dependientes de comercios sorprenden ocultándose objetos entre la ropa son tan variadas como el género humano. Unos buscan la adrenalina del momento, otros el placer de la dopamina que libera «tener cosas» y más aún «quitárselas a alguien». Muchos otros hurtan todo lo que pueden revender fácilmente para convertirlo en dinero. Los trastornos comportamentales impulsivo o compulsivo son la faceta más seria. Unos y otros desfilan a diario por las guardias de los juzgados, «cazados» por cámaras y alarmas.
Leer mas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario