El recorte aplicado por Adif a la plantilla de guardias de seguridad que vigilan sus estaciones coincide con el cambio de la empresa contratada para prestar este servicio. La anterior concesionaria dejó su puesto a la nueva el mismo 1 de enero que entraron en vigor los cambios. Pero los tres vigilantes de seguridad de Monforte que se quedaron sin trabajo el primer día del 2011 siguen acudieron puntualmente a sus puestos.
Fuentes conocedoras del caso aseguran que estos vigilantes no han recibido la notificación oficial del despido, así que han optado por seguir yendo a la estación. Allí se presentan al jefe de estación, que les firma un documento acreditatito de que se presentaron.
Actúan así asesorados por el abogado que los representa y mediante el que están estudiando presentar una denuncia para reclamar en los tribunales que alguien se haga cargo de su despido.
Al parecer, la empresa que tenía la concesión hasta el 1 de enero y para la que ellos trabajaban hasta ese día considera que de la rescisión de sus contratos debe hacerse cargo su sucesora, que a su vez opina que esa no es responsabilidad suya.
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